ECONOMUNDO
Francia y Alemania enfrentadas

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BRUSELAS.-Francia y Alemania se encuentran enfrentadas en torno a si manteiene o no la inpendencia del Banco Central Europeo y sobre el poder que debe jugar la Comisión Europea en materia de competencia.

Según informa ABC de España, el hecho de que  presidente de la República Francesa asistiera hace unos días a la reunión de ministros de Economía del euro (Eurogrupo) en Bruselas fue un anticipo de lo que le espera a Europa a corto plazo: nada más y nada menos que el intervencionismo francés. Sin embargo, Nicolas Sarkozy se ha topado de frente con la todopoderosa Alemania, a través de Angela Merkel.

Se explica que esa visita tuvo como objetivo explicarle a los máximos representantes del euro, incluido el Presidente del Banco Central Europeo (BCE), el también francés Jean-Claude Trichet, las razones por las que Francia no iba a poder cumplir con el compromiso adquirido por su anterior Gobierno de conseguir el déficit público cero en 2010, entre otras cosas por una bajada de impuestos a los contribuyentes por importe de 13.000 millones de euros, lo que hará que las cuentas públicas francesas no se puedan equilibrar hasta 2012.

Además, Sarkozy   sugirió que los países deben tener derecho a intervenir en la política monetaria que lleva a cabo el BCE, y ahí se abrió la caja de pandora, se explicó.

Según se indicó, lo que propone Sarkozy es que el BCE sea más flexible, y menos independiente por tanto, de modo que intervenga para rebajar la cotización del euro frente al dólar, cuyos niveles elevados están perjudicando a las exportaciones francesas hacia Estados Unidos, o para no subir más los tipos de interés oficiales en la Eurozona, de modo que se consiga reactivar el consumo privado en la maltrecha economía francesa.

Desde Alemania la canciller Angela Merkel se ha mostrado públicamente en contra de la «sugerencia» de Sarkozy de quitarle independencia a los órganos de Gobierno del BCE, al igual que lo ha hecho la propia institución, aunque de una forma más discreta. evitando el enfrentamiento con el Gobierno del Elíseo, se explicó.

El propio Trichet, dejando a un lado su posición mesurada habitual, aseguró esta semana que «no era aceptable» la posición del secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet, quien dijo que «es posible influir en las decisiones sobre los tipos de interés del BCE con un diálogo más abierto con los ministros de Finanzas de la zona euro», según se indicó.

Por otro lado, Sarkozy consiguió en la pasada Cumbre de la Unión Europea del mes de junio que se aceptara suprimir de los objetivos de la UE la libre competencia, que ha quedado relegada ahora sólo a un medio para conseguir los objetivos europeos de crecimiento, prosperidad y pleno empleo, con lo que ha dejado de ser un fin en sí mismo.

Aunque pueda parecer técnico, este cambio tuvo sus réditos políticos para Sarkzoy, que pudo «vender» en su país que los cierres de empresas por efectos de la deslocalización se frenarán con este cambio de denominación, se explicó.

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