QUITO. La mayor organización indígena de Ecuador se quejó de haber sido excluida de la agenda del papa Francisco durante su visita a Ecuador, donde el grupo mantiene desacuerdos con el presidente Rafael Correa.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Jorge Herrera, aseguró que representantes de la Iglesia católica nunca respondieron a peticiones de su organización para encontrarse directamente con Francisco en algún momento de su gira de tres días por Ecuador.
“Al parecer no nos están permitiendo que podamos hacer una voz directa”, dijo Herrera a The Associated Press.
Severnino Sharupi, dirigente territorial y de recursos naturales de la Confederación Indígena, expresó su “malestar” porque durante la reunión de este martes del papa con miembros de la sociedad civil hablaran tres representantes, dos de ellos empresarios, y ningún indígena.
“El papa coloca en el centro de su discurso a los pobres y el medio ambiente y nosotros representamos ambas causas, y no los empresarios” explicó Sharupi.
“Tuvimos que romper el protocolo para poder entregar una carta al papa porque fuimos excluidos” señaló. Para ello, el grupo de 25 indígenas presentes en la reunión utilizó a una niña que se acercó al pontífice y pudo entregar el escrito.
En el texto, la mayor asociación indígena del país denuncia “el verdadero rostro del gobierno de Rafael Correa en relación con el medio ambiente”, entre otros puntos. Los indígenas alegan que sí fueron recibidos hace 30 años por Juan Pablo II pero que en esta ocasión no se les permitió hablar durante el encuentro, como solicitaron hace más de un mes.
“No descartamos que el gobierno de Correa haya presionado para impedir que expusiéramos la grave situación por la que pasa la Amazonía y los defensores del medio ambiente” explicó Sharupi.
El papa ha hecho del compromiso con los indígenas un tema de su gira por tres naciones de Sudamérica.
Francisco ha dicho que los indígenas son guardianes vitales del medio ambiente y los más afectados por la deforestación y la contaminación que llega a producir la industria.
La confederación, conocida por su siglas CONAIE, considera que por esa razón Francisco debería otorgarles cierto privilegio para encontrarse en algún momento de los tres días de su visita a Ecuador, antes de partir a Bolivia y Paraguay. Francisco no tiene previsto ningún evento en el país para reunirse específicamente con indígenas, pero ha habido alguna representación de esos grupos. Por la mañana del martes, una de las lecturas de la misa campal que ofició el papa fue hecha en quichua, la lengua indígena dominante en Ecuador.
Además, 25 delegados indígenas fueron invitados durante el encuentro que el papa sostuvo en la iglesia de San Francisco con representantes de la “sociedad civil”, que incluye un abanico de organizaciones, desde empresariales hasta deportivas y culturales.
CONAIE se ha enfrentado con prácticamente todos los gobiernos desde que fue creada en 1986 y sus protestas callejeras contribuyeron a la salida del presidente en 2000.
También ha luchado contra los esfuerzos del presidente Correa de impulsar proyectos mineros y petroleros en la amazonia ecuatoriana y varios de sus activistas han sido encarcelados por su participación en protestas.
La agenda del Vaticano generalmente busca evitar provocaciones políticas hacia el gobierno anfitrión. Pocas personas logran audiencias privadas.
En Ecuador hay 18 grupos indígenas que representan una tercera parte de los 15 millones de habitantes. La mayoría de ellos son quichuas, a quienes pertenece Herrera. Pese a los números, sólo cerca de un millón de ellos se identificación como indígenas, según el censo de 2010.