QUITO.  AFP.  Ecuador descartó ayer la estatización de tres televisoras incautadas a ex banqueros prófugos aunque el caso será llevado a cortes internacionales por los afectados, que creen que se trató de un «embargo político» para amordazar a la prensa en época preelectoral.

 Mientras los medios -ahora bajo control oficial- transmitieron su señal por según día, Gamavisión y Cablevisión -esta última por suscripción- no emitieron sus espacios informativos de la mañana.

 Entretanto, el gobierno negó que los medios vayan a quedar en poder del Estado y aclaró que la incautación se hizo de forma preventiva dentro del proceso de embargo a unos 200 bienes que se presumen son de la familia Isaías, acusada de la quiebra de un banco a finales de los noventa.

 De forma paralela, y argumentando la no renovación de la frecuencia que caducó en 2003, las autoridades clausuraron la estación Radio Sucre.

 Esto no se hizo «porque el Estado quiera quedarse con eso, no es para tener medios de comunicación, lo que quiere el Estado es tener patrimonio que le permita cumplir con obligaciones financieras», dijo el ministro de Gobierno (Interior) Fernando Bustamante.

 La defensa de los Isaías, que duda que varios de los bienes decomisados sean de la familia, negó que existan deudas pendientes con el Estado y anunció un pleito internacional.