Ecuador tomará «el tiempo necesario» para decidir sobre el caso Assange

Ecuador tomará «el tiempo necesario» para decidir sobre el caso Assange

LONDRES.  AFP. Ecuador y el Reino Unido entablaron diálogo ayer para buscar una solución al caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pero el país andino ya advirtió que se «tomará el tiempo que estime necesario» para decidir sobre el pedido de asilo del australiano.

Ecuador se tomará el tiempo que estime necesario para decidir sobre el pedido de asilo del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo ayer el presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien confirmó que su país considera la denuncia del activista de que podría ser condenado a muerte.

«Nos tomaremos el tiempo que sea necesario porque se trata de un asunto muy serio, que asumimos con absoluta responsabilidad», señaló el presidente Correa, entrevistado por el canal multiestatal Telesur en Rio de Janeiro, donde asiste a la cumbre de la ONU sobre desarrollo sostenible.

Assange se refugió la víspera en la embajada del país andino en Londres, donde solicitó asilo político para evitar una extradición a Suecia. El vicecanciller ecuatoriano, Marco Albuja, había declarado horas antes, al servicio de televisión Australian Broadcasting Corporation (ABC) que la decisión sobre el pedido de asilo del australiano se conocería el jueves.

El presidente Correa precisó que «estamos analizando muy seria y responsablemente el pedido de asilo del señor Julian Assange, así que hasta que no se complete el análisis de esa solicitud no nos podemos pronunciar».

En Londres, la policía británica precisó que con su lance inesperado, el australiano, de 40 años, violó los términos de su libertad condicional, por lo que se expone a ser detenido si abandona su santuario diplomático.

La embajadora de Ecuador en la capital británica, Anna Albán, señaló que tuvo discusiones «cordiales y constructivas» sobre la situación de Assange con representantes del gobierno británico durante una reunión efectuada por la mañana en el ministerio de Relaciones Exteriores.

Albán informó a sus interlocutores de que la solicitud de asilo político, basada en la declaración de derechos humanos de la ONU, sería evaluada por la cancillería de su país, y de que «no era intención del gobierno ecuatoriano interferir en los procesos de los gobiernos británico o sueco», sino «encontrar una solución justa a esta situación», declaró en un comunicado.

Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores británico se limitó a decir que estaba «en contacto» con las autoridades ecuatorianas, un día después de que éstas señalaran que Assange permanecería en la embajada bajo la protección del gobierno ecuatoriano durante la evaluación de su petición.

Assange estaba en libertad condicional a la espera de su posible extradición a Suecia como sospechoso de cuatro supuestos delitos de agresión sexual, tras haber agotado los recursos de que disponía en el Reino Unido al cabo de 18 meses de una batalla judicial que comenzó con su detención, en Londres, el 7 de diciembre de 2010.

Entre los requisitos figuraba el cumplimiento de un toque de queda nocturno entre las 22 y las 08 horas locales.

La acción de Assange se produjo días después de que la Corte Suprema rechazara su último recurso y confirmara que podía ser extraditado a partir del 28 de junio, plazo durante el cual puede recurrir ante la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH).

El exhacker teme que Suecia sea sólo una etapa antes de su entrega a Estados Unidos, país que lo ha investigado por presunto espionaje tras la difusión en WikiLeaks de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses confidenciales y documentos secretos de las guerras de Irak y de Afganistán.

En la carta que envió al presidente Correa en apoyo de su petición, Assange alegó hallarse «en un estado de indefensión» por su posible extradición a Suecia, y por la investigación «por delitos políticos en Estados Unidos, un país donde la pena de muerte por dichas ofensas aún está vigente».

«La persecución de la que soy objeto en distintos países deriva no sólo de mis ideas y mis acciones sino también de mi trabajo al publicar información que compromete a los poderosos», agregó Assange en su carta, cuya traducción al español fue leída a la prensa por el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño.

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