QUITO (AP).- Los opositores intensificaron sus ataques al presidente Lucio Gutiérrez el miércoles calificándolo de «dictador»» y llamando a la población a la «desobediencia civil»», lo que fue apoyado incluso por el vicepresidente del país.

   El vicepresidente Alfredo Palacio, distanciado del jefe de estado hace meses, consultado en canal 3 de televisión si cabe el llamado de los alcaldes a la desobediencia civil, respondió: «Por supuesto que cabe, por supuesto. No hay forma en que usted pueda ser obligado»».

   Añadió que «en este momento lo que menos quisiera es referirme al presidente, pedirle, solicitarle rectificaciones. Perdió su oportunidad, no quiero ni hablar de eso»».

   El detonante de la actual arremetida opositora fue un desusado decreto de Gutiérrez el martes declarando feriado nacional el miércoles y jueves para unirlo al feriado de Semana Santa que empieza el viernes.

   Gutiérrez adujo que el prolongado feriado era «para bajar la tensión política»», pero la avalancha de protestas y repudio que provocó la medida, llevó al gobernante a derogar la medida la medianoche del mismo martes, cinco horas después de haberla anunciado.

   El ex vicepresidente, y líder del partido Socialista, León Roldós, acusó al presidente de intentar crear un largo feriado con fines políticos para impedir un virtual acuerdo en el Congreso de rechazo a la designación de Fiscal de la Nación.

   «El país tiene que movilizarse, tiene que levantarse en contra de la dictadura»», afirmó Roldós.

   El bloque opositor en el Congreso estaba el martes a punto de rechazar a los tres postulantes para el cargo enviados por el mandatario, cuando Gutiérrez decretó el feriado. El titular del Congreso, Omar Quintana, cercano al gobierno, clausuró de inmediato la sesión.

   El mismo martes, alcaldes, empresarios, y directores de bancos, entre otros llamaron a la ciudadanía a desconocer el decreto presidencial, pidiendo al pueblo acudir a sus lugares de trabajo normalmente este miércoles y jueves ignorando el feriado.

   Los diputados de oposición, que se mantuvieron en el edificio del Congreso, fueron desalojados la madrugada del miércoles con gas lacrimógeno lanzado por policías. Imágenes de televisión mostraron al menos a dos agentes lanzando gas.

   «Este señor, lo único que ratifica es que es un dictador, nada más»», dijo el alcalde de Quito, Paco Moncayo, opositor al régimen.

   Destacó que sentía «la obligación de dirigir una resistencia civil ante un decreto mañoso, infame, ofensivo, brutal, de creerle tonto al pueblo… hemos llamado a la desobediencia civil»».

   Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, la segunda ciudad del país, convocó a los ecuatorianos «a rechazar y desacatar cualquier futura decisión politiquera de Gutiérrez»», y advirtió: «Esto recién empieza»».

   En tanto, en el Congreso, el partido PRIAN que venía apoyando al gobierno anunció que pasaba a la oposición cuando su líder, el el magnate Alvaro Noboa dijo que «ya no somos socios de Gutiérrez, y le daremos oposición»».

   Gutiérrez, que cumple este miércoles 48 años, es un ex coronel del ejército, que ganó sorpresivamente las elecciones y asumió el mando en enero del 2003 por cuatro años.