La Distribuidora de Electricidad del Este, uno de cuyos cables electrificó la vivienda en que una pareja de recién casados se electrocutó la semana pasada en Los Mina, al parecer no asume ninguna responsabilidad en el informe publicado ayer.

 En el documento, la empresa reconoce que “la ruptura de dos conductores de energía, empalmados hace más de diez años,  provocó la electrificación de la pequeña vivienda en la que residían las víctimas”, sin especificar las causas de la ruptura.

En una nota, acompañada de una copia del informe, Edeeste señala que las muestras del conductor recuperado y que corresponde a la zona de falla, indica que la ruptura se produjo por una falla mecánica.

Las muertes de Jennifer Rodríguez, de 23 años, y de su esposo Gabriel Aristides Herasme, de 26, en la madrugada del lunes 23, dentro de su casa, la número 10 de la avenida Arzobispo Fernández de Navarrete, se produjo al caer sobre el techo de zinc un cable eléctrico cuando se  desplomó  de un poste.

La empresa, en lenguaje técnico, da cuenta de que  en la tragedia incidieron “factores apremiantes” relacionados con la condición de la vivienda.

Específica, entre esos “factores apremiantes”, residir en viviendas ubicadas debajo de redes de media y baja tensión, así como instalaciones inadecuadas a lo interno de la vivienda que, “desencadenaron la tragedia”.

Destaca que la vivienda estaba debajo de las líneas de mediana tensión, “lo que va en contra de lo establecido en el artículo 124, párrafo segundo, de la Ley General de Electricidad número 125-01”. También argumenta que había    una inadecuada instalación de red eléctrica dentro de la vivienda, “que no cuenta con las medidas básicas mínimas que permitan proteger la vida de las personas y la seguridad de los bienes, en particular, sin un sistema de protección”. En la  inspección se halló evidencias de descargas eléctricas en el interruptor “de machete”.

La clave

Celso Marranzini

El vicepresidente ejecutivo de la  Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, Celso Marranzini, consultado  sobre este hecho, declaró   que en el accidente en cuestión incidió la  falta de mantenimiento de las redes eléctricas, y la falta de control municipal, ya que la vivienda donde vivía la pareja estaba construida en la acera. “Si no hubiesen estado construidas en las aceras, el cable caía en las aceras y no hubiese pasado tal desgracia”, dijo.