Hoy 
POR ALEIDA PLASENCIA
El índice de cobro de la energía servida se ha recuperado en alrededor de un 22%, pero todavía no compensa la caída que se produjo en el último año, que fue cercada a un 30%, dijo Rubén Bichara Jiménez, administrador general de la Empresa Distribuidora del Sur, Edesur.
Bichara Jiménez expresó que se produjo una reducción significativa del índice de cobranza de la energía, alimentado posiblemente por efecto del proceso electoral.
En cambio, en esta semana se registró una mejoría significativa en el índice de cobranza, añadió.
Entrevistado en el Encuentro Económico de HOY, dijo que en la recuperación del índice de cobranza ha contribuido la mejoría que se ha producido en el servicio de energía últimamente.
Sostuvo que mientras más la empresa logre cobrar, más posibilidad tendrá de responder a sus compromisos con los generadores de energía.
Expresó que próximamente, Edesur expondrá en términos generales informaciones relativas a la realidad total del sector eléctrico.
Sostuvo que en el aspecto de los «descarces» financieros que tiene Edesur, hay varias fases.
«Hay un primer descarce en el camino hacia el flujo de efectivo que se origina por una diferencia cuantiosa entre lo que yo compro y lo que facturo», agregó.
Al respecto refirió que hay una energía que compra Edesur, puesta en servicio por parte de los generadores y en base a esa que adquiero y distribuyo, hago una facturación a los clientes».
Sobre este punto dijo que solamente en el tramo de compra y facturación de energía, las pérdidas promedian un 30%.
Es decir, que Edesur, del ciento por ciento que recibe de energía de los generadores, sólo factura el 70%, explicó.
De esta manera, añadió, el flujo de caja se castiga en un 30%.
Sobre este tema explicó que hay muchos usuarios de la energía, pero no todos son clientes.
Eso es lo que en gran medida alimenta ese problema, dijo Bichara Jiménez.
Existen también, añadió, fallas técnicas, producto de la plataforma tecnológica, que causan pérdidas de la energía servida.
Este último elemento, según explicó, representa alrededor de 10% de las pérdidas totales que se producen en la facturación de la energía.
El 20% restante, indicó, es por problemas de fraudes, de usuarios que no son clientes, entre otras causas.
Ese es el primer descarce, pero hay un segundo no menos importante: es cuánto se logra cobrar de lo facturado, resaltó.
En ese sentido, dijo que la media del cobro de lo facturado es de alrededor de 70% y que ese porcentaje es variable, dependiendo de la energía que se sirva.
Expresó que por los dos descarces, las pérdidas de la energía servida ascienden a alrededor de 45%.
Dijo que como una manera de atacar la situación citada está el Programa Nacional Antifraudes, el cual desde el mes de noviembre del 2003 había estado en receso.
