EDGAR MARTINEZ El bateador designado que abrió las puertas de Cooperstown

EDGAR MARTINEZ El bateador designado que abrió las puertas de Cooperstown

** FILE ** Seattle Mariners' Edgar Martinez reacts to a called third strike with the bases loaded in the seventh inning against the Baltimore Orioles Wednesday, May 19, 2004, in Seattle. The Mariners have been one of baseball's top teams in recent years, winning a remarkable 116 games only three seasons back. So far in 2004, however, they are one of the worst clubs in the majors. (AP Photo/Elaine Thompson)

Edgar Martínez necesitó 10 años en la boleta para poder entrar al Salón de la Fama de Cooperstown.
Pero al hacerlo, con un 85.4 por ciento de los votos de la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos, el boricua definitivamente dejó abierta las puertas del museo para los bateadores designados.
Martínez se convierte en el quinto puertorriqueño en asegurar su espacio en el Salón de la Fama, junto a Roberto Clemente (1973), Orlando «Peruchín» Cepeda (1999), Roberto Alomar (2011) e Iván Rodríguez (2017).
Martínez, sensación de la ciudad de Seattle donde jugó sus 18 temporadas, finalizó su trayectoria con promedio de bateo de .312 y 309 cuadrangulares, además de remolcar 1,219 carreras.
De igual manera, registró un porcentaje de embasarse de .418 y un slugging de .515 al tiempo de conquistar dos títulos de bateo (1992-.343) (1995-.356).
Un maestro con el madero, Martínez registró 10 temporadas con promedio por encima de .300 y fue líder de porcentaje de embasarse en tres ocasiones.
Empujó 100 o más carreras seis veces (1995-98, 2000-01) y anotó 100 o más carreras cinco veces (1992, 1995-97, 2000).
Martínez será inmortalizado en la misma ceremonia que Mariano Rivera, el primer electo unánime y los lanzadores Roy Halladay (fallecido) y Mike Mussina.
Por primera vez, dos latinoamericanos consiguen su boleto a Cooperstown por vía de la BBWAA al mismo tiempo. En el 2006, cuando el Salón de la Fama armó un comité especial para investigar las Ligas Negras que funcionaron en Estados Unidos antes que las Grandes Ligas aceptaran personas de color (desde 1949 en adelante), los fallecidos jugadores cubanos Cristóbal Torriente y José Méndez y el ejecutivo cubano Alex Pompez entraron a Cooperstown, junto a otras 13 figuras de ese béisbol alterno.

Latinos inmortales: Roberto Clemente (1973), Orlando Cepeda (1999, vía Comité de Veteranos), Roberto Alomar (2011), Iván Rodríguez (2016) y Martínez (2019); los dominicanos Juan Marichal (1983), Pedro Martínez (2015) y Vladimir Guerrero (2017; el venezolano Luis Aparicio (1984), el panameño Rod Carew (1991) y el cubano Tany Pérez (2000).

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