Las estadísticas sobre la situación de la deuda del sector público que fueron publicadas el pasado 19 de octubre del año en curso en varios matutinos de circulación nacional son de gran valor analítico. En ellas se hace referencia también a las discrepancias metodológicas con  analistas independientes que han tratado ese tema recientemente.

Examinando estas informaciones puede confirmarse que las discrepancias sobre el monto total de la deuda del Gobierno son estrictamente metodológicas. Unas convenientes a los intereses políticos del Gobierno y otras que retratan el preocupante panorama de la deuda tal y como es en la realidad.

Con el objetivo de edificar a la opinión pública nacional e internacional sobre este tema, me propongo recalcular el monto de la deuda pública, según las informaciones del Ministerio de Hacienda, organización pública legalmente encargada de la contratación, registro y pago del servicio de la deuda del Gobierno, las cuales coinciden con los datos servidos en la publicación que se comenta. Según los datos del Ministerio de Hacienda, la deuda interna y externa para el 2010 ascendió a US$13,638.6 millones excluyendo la deuda del Banco Central. De ese total US$9,031.4 millones (66.2%) corresponden a la deuda externa y US$4,939.2 millones (36.2%) a la deuda interna. Hasta aquí no hay discrepancia.

Las diferencias metodológicas aparecen con la inclusión de la deuda del Banco Central (BC), con la que se calcula la deuda del sector público consolidado. Actualmente, la deuda externa del Banco Central, según la nota que se comenta, ascendió a US$803.5 millones. Por otra parte, el “stock” de certificados y depósitos remunerados en el BC, que constituye una deuda con terceros, es decir con el público y las organizaciones financieras, era de RD$224,276.7 millones al 13 de octubre del 2010, que a la tasa de cambio vigente del BC de la misma fecha de RD$37.22 por dólar americano, se convierte en US$6,025.7 millones. Con lo cual la deuda total del BC es de US$6,929.2 millones.

Sumando la deuda del BC con la del Gobierno, la deuda pública totaliza  US$20,657.8 millones.

Ahora bien, el BC presenta las cifras de manera diferente y plantea que a ese monto habría que deducirle RD$81,000.4 millones (US$2,176.3 millones) que el Gobierno central transfirió, durante el 2010, al BC en cumplimiento de su Ley de Capitalización.

El BC apoya su propuesta en que la deuda entre instituciones del Gobierno se cancela y por tanto el monto capitalizado debe deducirse de la deuda del BC. Sin embargo, esta metodología podría aplicarse en el marco de la consolidación de las cuentas fiscales o solamente aplicaría si el BC usa los recursos que recibe del Gobierno para recomprar la deuda que el BC mantiene con el público y las organizaciones financieras.

No obstante el BC mantiene su “stock” de deuda interna sin alteraciones. En efecto, el monto de los certificados y las notas del BC, según aparece en su página de su red al 13 de octubre del 2010, mantiene los US$6,025.7 millones, es decir que no ha deducido los US$2,176.3 millones del monto de la deuda que mantiene con terceros. Si lo hubiese hecho su deuda con terceros el BC hubiese registrado US$3,849.4 millones y su deuda total fuera de US$4,652.9. De manera que el sector público tendría una deuda de US$18,291.5 millones (cercana a los US$18,065 millones que calcula el BC). Si se incluyen los US$146 millones de atrasos con los generadores de electricidad, la deuda pública sería de US$18,437.5 millones.

La pregunta que surge inmediatamente es ¿por qué el BC no dedujo  de su deuda con terceros el monto que le transfirió el Gobierno?

La respuesta es que no puede hacerlo, a menos que con esa transferencia devuelva las inversiones a sus dueños. Si esto se hubiese hecho, entonces la deuda del BC se reduciría, así como también la del sector público consolidado. ¿Por qué el BC no recompra los certificados y las notas?

El Gobierno argumenta que la deuda pública no representa ningún peligro para la estabilidad macroeconómica. Para justificarlo se auxilia del indicador deuda pública/PIB, el que se sitúa en 42.2% para el 2010 con la metodología del autor ó 37% con la del BC. Sin embargo este indicador no refleja la gravedad del endeudamiento, ya que divide la deuda entre el ingreso de todos los dominicanos, cuando el Gobierno recibe una proporción de los mismos. Parecería más adecuado dividir la deuda por el monto de recursos que percibe el Gobierno: los ingresos tributarios. 

En el caso dominicano, el servicio de la deuda (intereses más amortizaciones) representó el 43% de los ingresos tributarios en el 2009, sin la deuda del Banco Central. Cuando se la incluye, ese porcentaje aumenta a 51%. Adicionalmente, el 66.2% de la deuda ha sido contratada en monedas extranjeras, lo que distorsiona el mercado cambiario cuando se compran divisas para pagar el servicio de la deuda pública. Por ejemplo, Japón presenta un cuadro diferente. Tiene una deuda/PIB de 202%, pero el servicio de la misma representa el 2.4% de sus ingresos tributarios. Mejor aun la mayoría de su deuda se  contrata con sus ciudadanos.

El proyecto de presupuesto del 2011 afirma que la deuda pública es sostenible, ya que el superávit primario cubre los intereses de la deuda pública. No obstante, el superávit primario (es de 0.8% del PIB, alrededor de RD$16,000 millones) cubre los intereses de la deuda externa y no así los intereses de la deuda interna (RD$23,000 millones). A todas luces esta situación no es sostenible.

Estas aclaraciones son pertinentes, ya que las mismas presentan alternativas para calcular la deuda pública. Le toca al lector escoger cuál es la que más conviene a los intereses económicos, políticos y sociales del país.

La cifra

13,638.6 millones de dólares.  Es el monto de la deuda externa e interna para el 2010, excluyendo la deuda del Banco Central, de acuerdo a los datos del Ministerio de Hacienda. Más del 66 por ciento de este monto, superior a los 9 mil millones de pesos, corresponde a la deuda externa, y el 32% a la deuda interna.