POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
En la calle Isabel La Católica, número 59, aparece una amplia edificación construida en 1800 y reconstruida en 1907, cuya estructura presenta una fachada novedosa y hasta curiosa.

Posee cuatro ventanas con marcos de ladrillos y tres puertas: una a la derecha, y otra a la izquierda, ambas sin marcos, sólo con una moldura enladrillada en la parte superior, y la del medio, que es la entrada principal, que si tiene marco, pero con ladrillos y piedras talladas. Las tres desde el cimiento presentan una escalinata de cuatro peldaños con ladrillos, porque este edificio se construyó encima de una loma.

El marco de la puerta central, en la parte superior, tiene una sobresaliente moldura del mismo material enladrillado, y más arriba aparece un bloque rectangular, también con ladrillos, el cual debajo tiene tres soportes formados por unos pequeños bloques triangulares.

En éste aparece montada una gruesa placa de bronce cuyos laterales tienen curvaturas que sobresalen, la cual en la parte de abajo tiene varias curvas enlazadas, en cuya parte superior central se aprecia un redondel ahuecado que encierra el busto del padre de la Patria, Juan Pablo Duarte.

También en la parte superior de la puerta izquierda se encuentra montada otra placa del mismo material en forma redonda, con la diferencia de que remata con el comienzo de una cinta enlazada, en cuyo lateral derecho se aprecia en altorrelieve una rama de palma y en el otro lado una de olivo, a las cuales le continúan dos bolas para definitivamente rodear el medio donde se aprecia el busto del patricio Francisco del Rosario Sánchez.

En la parte superior de la puerta derecha aparece otra placa de la misma forma que la anterior, en cuyo medio está montado el busto del patricio Ramón Matías Mella.

Estas fueron obras escultóricas del notable artista don Ángel Perdomo, las cuales se instalaron el mismo día que se reinauguró el edificio, únicos bustos existentes frontalmente en un edificio de la zona de intramuros.

Igualmente éste, en la parte superior de su fachada, cuenta con una curiosa estructura. Allí se puede observar que partiendo de ambos laterales hay una hilera de gruesas molduras construidas con bloques de piedras talladas que rematadas de ladrillos se elevan inclinadas, las cuales invertidamente están formando un triángulo, desde cuya parte central se observa que su vértice sobresale del borde de la techumbre.

Otra rareza, es que ésta encierra un espacio bordeado con una gruesa moldura de mampostería, en cuyo medio se encuentra un ancho hueco redondo de los llamados Ojos de Buey, que en su primera época servía como tragaluz del interior, y luego fue cerrado totalmente cubriéndolo con una placa circular de bronce en cuyo medio está el escudo nacional.

También, en el borde de ambos lados se aprecian dos cortos balcones compactos sin balaustres.

Esta innovadora edificación, cuenta con una acera colonial enladrillada cuyo suelo es doble, comparado con las de las otras, al tener dos metros y cuarto de ancho.

Este edificio, antes de la época Republicana, sirvió de cárcel pública para los presos opositores al entonces régimen haitiano que nos gobernaba.

Así mismo, en ella, Duarte y los Trinitarios constituidos en Sociedad entre 1839 y 1843, presentaban obras teatrales expresamente elegidas para levantar el espíritu público en preparación de la independencia.

De la misma manera, en este local, el 18 de agosto de 1891 se fundó la Asociación Médica Dominicana.

En 1930 en ella estaba instalada la Cámara de Diputados y actualmente la ocupa la Escuela Taller de Santo Domingo.