EDIFICIO SUPREMA
Alega le deben $20 millones por equipo de sonido

EDIFICIO SUPREMA <BR>Alega le deben $20 millones por equipo de sonido

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El administrador de Proyectos Especiales de la Compañía Abasto & Servicios, Bladimir Mencía, quien instaló equipos de sonido en el edificio de la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General, dijo que la Secretaría de Obras Públicas le adeuda RD$20 millones de los RD$77.9 millones que costó el trabajo.

Mencía dijo que no le preocupa que amoblado y la decoración del edificio se dilucide en los tribunales, pero que quisiera que se termine de resolver porque lo intranquiliza.

«Me molesta en cuanto a mi trabajo, porque somos representantes de la marca Sony, que es la compañía más grande del mundo en producción de electrodomésticos, y de la marca Boss, que maneja el 75% de la fabricación bocinas», señaló.

Indicó que cuando le sometieron ese proyecto a la secretaría de Obras Públicas la Sony lo revisó a través de sus ingenieros.

Dijo que en el edificio de la Suprema Corte hicieron un trabajo organizado y con garantía, ya que colocaron los equipos de audio y de sonido en los siete pisos.

Indicó que el contrato fue para ponerle audio y video a las dos salas de prensa y los dos auditorios -tanto en el lado de la Suprema Corte como en el lado de la Procuraduría-, a las tres salas de la Suprema Corte, el salón del pleno de la Suprema Corte, las 16 oficina de los jueces, las seis oficinas de los fiscales adjuntos y otros salones de reuniones en los diferentes pisos, en los que se puso música ambiental y sistemas de evacuación.

Mencía negó que evadiera hablar con la prensa el pasado lunes que los auditores de la Cámara de Cuentas lo interrogaron.

«No salí corriendo de la Cámara de Cuentas, porque es que no tenía nada que esconder», dijo en visita a la redacción de HOY.

Señaló que llegó a la Cámara de Cuentas con su chofer y un amigo llamado Luis Jiménez, con quien planea un proyecto.

Mencía expresó que el director de Auditorías de la Cámara de Cuentas, Francisco Ramírez, lo citó para que le llevara copias del contrato de equipamiento del edificio de la Suprema Corte que le otorgó Obras Públicas, del poder que le otorgó la empresa y de los documentos de importación de los equipos.

También, indicó, le pidieron copias de una adenda al contrato de los servicios adicionales o «cosas» que no estaban en el contrato original, como  una sala de prensa para la Procuraduría, las oficinas de los fiscales adjuntos y la sala del Departamento de Comunicaciones de la Suprema Corte. También se le pidió copias de facturas y de los cheques que se les pagaron.

LA DECORADORA

Asimismo, Mencía negó que intentara evitar que los periodistas entrevistaran a la decoradora Margarita Ruiz Gómez el día que fue a la Cámara de Cuentas.

Dijo que su presencia en Cámara de Cuentas se debió a que la decoradora le pidió unas fotografías que necesitaría en su reunión con los auditores.

Manifestó que conoció a la decoradora Ruiz Gómez durante los trabajos en el edificio, debido a que tuvo que utilizar los muebles que ella instalaba para montar los equipos de audio, video y sonido que se pusieron en el edificio, así como los de video-conferencia, edición, grabación, microfonía y traducción.

Expresó que tiene copia del documento de cuando entregó su trabajo completo a la secretaría Obras Públicas. «Por el lado del edificio de la Suprema me recibe Obras Públicas y Fiscalización, y del lado de la Procuraduría, recibe Procuraduría, igual Obras Públicas y Fiscalización».

Señaló que al principio, el contrato fue por RD$70 millones y con los adicionales señalados en la adenda se elevó a RD$779 millones.

Mencía dijo que el edificio de la Suprema Corte debe contar con unas 2,500 y 3,000 unidades de equipos de sonido y de videos diferentes. «El problema no es precio, porque hay cosas que son chiquitas y valen mucho, y hay cosas que son grandes y valen poco».

Precisó que el edificio tiene independientes auditorios y salas de prensa en los lados de la Suprema Corte y de la Procuraduría, ya que aunque es una sola estructura, la obra está dividida en dos organismos públicos.

Indicó que el ingeniero Yury Chez Bueno, de la Kerody Dominicana, instaló la telefonía, seguridad que incluyó cámaras y arcos y detectores de armas, sistemas contra incendios, la data del edificio.

«Ya los auditores me lo preguntaron eso. Les dije que son dos servicios totalmente diferentes, los de Abasto & Servicios y los de Kerody Dominicana, o sea, ninguno compagina con el otro», señaló. Sostuvo que el propietario de Abasto & Servicio es el ingeniero Roberto Ruiz.

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