SAN DIEGO, California. Tres participaciones en el Clásico Mundial de Béisbol con el equipo dominicano. Seis aperturas y una marca de por vida de 1-1 y 2.53 de efectividad, además de 20 ponches en 21.1 entradas lanzadas desde el montículo.
Ese es Edinson Vólquez, el lanzador veterano de mayor trayectoria mundialista en el equipo dominicano, y quien se ha puesto su propio apodo. “Yo soy el viejo de este equipo, jajajaja”, dijo riendo Vólquez, previo al partido entre los Estados Unidos y República Dominicana, que anoche se disputaban el pase a las semifinales del torneo, en Los Angeles.
Vólquez ha lanzado en dos partidos en el Clásico del 2017 y aunque no ha tenido decisiones, su salida contra Venezuela catapultó a la República Dominicana a una posterior victoria que lo metió en pelea.
“El ambiente que se ha vivido en este Clásico Mundial de Béisbol es algo impresionante. La energía que uno siente en el clubhouse, en cada uno de los peloteros, es algo que no se puede ni siquiera explicar”, agregó el serpentinero.
Para Vólquez, representar al país es algo que no cambia por nada y que siempre está dispuesto a hacer.
“Para mí es un orgullo ponerme la camiseta del equipo dominicano. Siempre que tenga la posibilidad de representar al país lo voy a hacer ya que esto es algo por lo que uno siempre lucha y quiere hacer”, agregó.
Orgullosos de jugar con sus países. Al igual que Dellin Betances y Manny Machado, nacidos en los Estados Unidos de familias dominicanas y totalmente dedicados a la franela de la selección quisqueyana, Puerto Rico cuenta con varios jugadores en este Clásico nacidos fuera de la isla pero entregados de lleno al equipo. Algunos de ellos se criaron con más sabor boricua que otros.