EDITORIALES

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La escasez de gas propano en el mercado nacional constituye un serio problema, especialmente para el sector doméstico y para el transporte.

No hay que decir que la falta de gas, al mismo tiempo, constituye un caldo de cultivo para la deforestación.

Vemos que el presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo afirma que el presidente Hipólito Mejía, en distintas ocasiones, imparte instrucciones para que se entregue el subsidio de lugar, unos cincuenta millones de pesos semanales, y funcionarios subalternos del Poder Ejecutivo hacen caso omiso a dichas instrucciones.

Se nos hace muy cuesta arriba creer que existan funcionarios que desacaten las órdenes presidenciales en un asunto tan delicado como es el suministro de gas propano a la población.

Preferible es concluir que las instrucciones no se cumplen al pie de la letra, sencillamente, por la falta de dinero, pues en caso contrario y por más solidario que sea el mandatario con sus funcionarios, el relevo no se haría esperar.

La Refinería anuncia la llegada de buques cargados de gas propano. Eso alivia la situación. Pero se puede dar por un hecho que los problemas con el sector privado, importador del combustible seguirán, también por la existencia de viejas deudas.

Ojalá que el gobierno pueda establecer un programa que permita el suministro fluido de gas a la ciudadanía y evite los enojosos espectáculos que se presentan a las puertas de los establecimientos de venta.

[b]Oportuno[/b]

El presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, acaba de reiterar lo que la mayoría de los dominicanos sabe: ninguna autoridad administrativa tiene derecho a incautar propiedades sin que medie una previa sentencia del Poder Judicial.

La reiteración del más alto magistrado dominicano es oportuna, sin embargo, pues son frecuentes las denuncias de incautaciones por vía administrativa, muy especialmente el de vehículos de motor en las calles del país.

Eso, en buen español, constituye un abuso. Y de abusos ya está bueno.

Cabe esperar, por tanto, que las incautaciones por vía administrativa cesen, y se rinda culto a cuanto establecen las leyes.

[b]Banco León[/b]

El Banco León, propiedad de la familia León Asencio, banco que será muy estimado en el poderoso grupo económico E. León Jimenes, podrá ser de gran ayuda al sistema financiero nacional.

Sus propietarios son personas muy apreciadas en la sociedad dominicana y cuentan con un gran aval moral, profesional y económico.

El grupo León Jimenes, precisamente en estos días, festeja cien años de existencia, existencia que ha sido muy fructífera no solo para sus propietarios y miembros, sino para el país en sentido general.

Nuestros deseos de éxito lleguen al Banco León, que entra a laborar en un área muy sensible y que ha contado con dificultades que han generado muchos problemas a la nación en los últimos tiempos.

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