Cuando estamos abajo todo es sonrisas, en el poder son inaccesibles
A más de tres años para las elecciones presidenciales de mayo de 2024, resulta cómodo para el flamante director general de Aduanas y secretario de Finanzas del Partido Revolucionario Moderno (PRM), doctor Eduardo Sanz Lovatón (Yayo), minimizar el descontento existente en militantes y dirigentes del partido oficialista, que no han logrado ser atendidos por los funcionarios del Gobierno.
Decimos “atendidos”, ya que resultado sumamente difícil, por no decir imposible, “topetarse” con uno de esos turpenes que hoy ocupan los despachos de ministerios y direcciones gubernamentales.
Cuando estamos abajo, todo es “chulería” y sonrisas, pero, al llegar al poder se ponen gruñones y empieza “el juidero”, y olvidan que cuatro años pasan rápidamente y que para la campaña necesitarán a los hombres que hoy maltratan y se les esconden.
Sanz Lovatón quiso dar unas “clasecitas”, cuando argumento “que en ninguna parte del mundo todos los militantes de un partido caben en el Gobierno”.
Pero olvidó que políticamente es un error no recibir a los militantes y dirigentes del partido, ya que esto crea descontentos, pero, además, el Gobierno tiene cómo satisfacer aspiraciones de las personas, sin necesidad de tratarse de un empleo. Por ejemplo, préstamos para pequeños negocios, entre otras modalidades, sin acudir a las odiosas “botellas”.
Teníamos noticias de que Sanz Lovatón era uno de los funcionarios más accesibles, empero, a nosotros nos ha resultado imposible, así como dirigentes de mi municipio, tampoco han podido localizarlo.
Ojalá, los funcionarios gubernamentales entiendan que son los militantes y dirigentes medios de los partidos, los que rastrean calles y callejones buscando los votos y llenando comités afectivos con familiares y amigos para apuntalar las candidaturas.