Educación ciudadana

Educación ciudadana

Claudio Acosta.

Que David Collado, el flamante alcalde del Distrito Nacional, haya decidido iniciar su gestión con una campaña educativa dirigida a fortalecer el vínculo afectivo entre los capitaleños y la ciudad de Santo Domingo, que la sientan suya y se identifiquen con sus problemas   y necesidades y que además  le recuerde deberes tan elementales como el de mantenerla limpia no arrojando basura a sus calles, es un claro indicador de que está  consciente de los desafíos que tiene por delante y, sobre todo, por dónde hay que empezar a enfrentarlos. Collado ha explicado  que se trata de  un modelo   que se implementó con éxito en Medellín, Colombia, que en todas sus vías muestra mensajes de concienciación ciudadana, que además de las vallas utilizará también  la radio y la televisión, y que entre sus mensajes se destacan expresiones como “Todos juntos por Santo Domingo”,  y exhortaciones a los ciudadanos para que cedan el paso al conducir su vehículo  y   trabajen  unidos por una ciudad mejor.  Desde luego, ni Collado ni nadie puede esperar aquí resultados similares, ni tan inmediatos, como los de Medellín, y las razones son tan obvias que no vale la pena citarlas;   basta salir a la calle y darse una vueltecita para hacerse una idea de lo mucho que necesitamos esa campaña de educación, y también de lo mucho que falta todavía para que  empiece a rendir frutos,  a cambiar comportamientos  y actitudes. Estoy seguro, sin embargo, de que eso no va a desalentar al joven alcalde,  de que pondrá todo su empeño en que esos mensajes cumplan su  objetivo: crear ese necesario vínculo  entre    ciudad y ciudadano, y que este, por vía de consecuencia, se involucre más en las soluciones  de sus problemas. Porque sin ese involucramiento, sin la participación  consciente  y entusiasta de los munícipes capitaleños,  será mucho más   difícil llevar a feliz término   los planes y proyectos  que tiene en carpeta el emprendedor alcalde.

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