Un informe técnico presentado ayer por el Ministerio de Educación muestra que las intoxicaciones que se han producido en estudiantes luego de ingerir el desayuno no se debe a contaminación en las plantas proveedoras,  sino a   “elementos extraños no identificados y presentes en solo unos pocos envases y lugares específicos”.

No obstante quedó  suspendido el desayuno escolar por lo que resta de año, mientras el ministro de Educación, Melanio Paredes, sugirió la participación de la Organización Panamericana de la Salud, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para evaluar la merienda con miras al próximo período lectivo.

En rueda de prensa, Paredes precisó que la sustancia extraña solamente afecta a un porcentaje no significativo, estadísticamente, del total consumido por los escolares, aunque preocupante por la frecuencia y distribución geográfica de los eventos.

 “No estamos en presencia de una patología por un microorganismo presente en los alimentos mencionados, ni tampoco de una toxina producida por la acción bacteriana”,  explica el informe.

Precisó que las plantas proveedoras han tenido los controles de calidad adecuados y han sido inspeccionadas reiteradamente por los  técnicos, no encontrándose, hasta el momento, deficiencia capaz de ocasionar todo lo sucedido.

El informe, señala  que  se han analizado las muestras que supuestamente han provocado los trastornos de salud registrados, como otras de los lotes relacionados y no se han detectado gérmenes patógenos.

Paredes estuvo acompañado en la rueda de prensa por el doctor Nelson Rodríguez, vice ministro de Salud Colectiva de Salud Pública, así como por el epidemiólogo Manuel Grillo, quien han estado asistiendo a Educación en el programa Seguridad del Desayuno Escolar, y por especialistas de Bienestar Estudiantil. 

Según Rodríguez la leche y el juego no salen contaminados de los proveedores y que si fuera así los afectados serían miles, porque los productos salen en grandes cantidades de los fabricantes.