Por MARIEN ARISTY C.
La presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), María Teresa Cabrera, reconoció ayer que el sistema educativo dominicano está en una situación muy crítica y favoreció que se haga un diagnóstico serio y detallado de lo que sucede en las aulas antes de aprobar un nuevo Plan Decenal de Educación.
No se puede negar una realidad que existe. Todo lo contrario, lo que tenemos que hacer es orientar las acciones que tenemos que emprender para cambiar esa situación, dijo Cabrera.
De esta forma respondió Cabrera a las declaraciones de Lorenzo Guadamuz, quien dijo que la educación ha retrocedido a un punto tal que pasó del doceavo al penúltimo lugar en el contexto de los indicadores latinoamericanos de cobertura, eficiencia y calidad. Esta situación, sin embargo, fue negada por la secretaria de Educación, Alejandrina Germán.
Volviendo con el diagnóstico, Cabrera manifestó que debe medir los aspectos neurálgicos: ver hasta qué punto la promoción es sinónimo de aprendizaje funcional, si el currículum es pertinente, en qué medida el aula permite un verdadero proceso de aprendizaje y la manera en que se evalúa.
Tras indicar que las palabras de Guadamuz obligan a la sociedad a comprometerse con la educación para superar su gran atraso, Cabrera afirmó que eso no se logrará a menos que se dejen de lado las barreras de los partidos políticos y haya una estabilidad en las políticas públicas que se definan.
Recordando que cuando se discutió el Plan Decenal se hizo un diagnóstico en el que se determinó que uno de los problemas más graves que existía era la falta de inversión, Cabrera lamentó que ese escollo no se haya superado.
Tampoco, dijo, se han dejado atrás otros obstáculos: la obsolescencia de la normativa jurídica, la pobreza de los maestros y la falta de calidad de la educación.
Al igual que Guadamuz, Cabrera afirmó que sólo se ha mejorado el nivel de cobertura. Pero esta mejoría, advirtió, nada más se ha dado en el nivel básico.
Otro aspecto que debe tomarse en cuenta para mejorar el sistema, sostuvo Cabrera, es el del rol de los maestros: es imposible mejorar la educación sino se estimula a los maestros a comprometerse con esa mejoría.
Pero ese compromiso, entiende Cabrera, sólo se conseguirá ofreciéndole a los docentes un nivel de vida decente. Además mejorando la infraestructura física de las escuelas y reduciendo el número de estudiantes que tienen.
Asimismo Cabrera señaló que el apoyo los empresarios al sector educativo es muy importante porque ellos tienen la capacidad de incidir en la agenda gubernamental.