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La gestión educativa, que encabeza el ministro Melanio Paredes no encontró un mecanismo eficiente para elaborar, distribuir y manipular el Desayuno Escolar, a pesar de intentar fórmulas con otros organismos, lo que llevó a que fuera suspendido por el Gobierno de manera definitiva.
Desde su llegada al cargo, en agosto de 2008, el ministro Paredes anunció que la merienda recibiría atención especial. Empero, a seis meses de gestión, inició una avalancha de intoxicaciones, que culminó con la cancelación del programa.
Casos. La primera intoxicación de la gestión fue de dos niñas de la escuela Piky Lora, de Santo Domingo Este, el 2 de febrero de 2010.
El caso siguiente fue el 25 de febrero, afectando a unos 40 niños de la escuela Angel Rosario Marte, de Maimón.
En marzo, se intoxicaron dos niños de la escuela Pablo Barinas, de San Cristóbal; 11 de la escuela Apolinar Perdomo, de Tamayo, y 16 de las escuelas de los sectores La Capitalista y San José de Villa, de Nagua.
El 27 de abril del 2010 se enfermaron 56 alumnos de la escuela básica Gregorio Luperón de Río San Juan y al día siguiente otros casos en distintas escuelas de San Pedro de Macorís.
Esta última intoxicación provocó la suspensión de la leche de la empresa Lácteos Dominicanos (Ladom), que a la sazón distribuía unas 600 mil raciones diarias.
A inicios de mayo se intoxicaron alrededor de 20 niños de las escuelas Félix Antonio Robles, de San José de Las Matas, y de la escuela primaria El Puente, de Cotuí. A final de mes, las autoridades de Educación suspendieron el Desayuno por el resto del año escolar.
El 25 de septiembre se iniciaron las intoxicaciones de este año escolar con el caso de 14 estudiantes de la escuela Janey de Jánico, de Jarabacoa. El 11 de octubre se enfermaron 28 alumnos de la escuela Villa San Pedro, de Sánchez Ramírez.
A inicios de octubre se enfermaron 4 alumnos de la escuela Fray Bartolomé de Las Casas, de Santo Domingo Oeste, y el 21 de ese mes se intoxicaron 126 niños del centro Angel Rivera, Azua.
El día 29 de octubre, enfermaron nueve alumnos de la escuela básica Mirador Norte, de Los Guaricanos y dos días más tarde la merienda quedó suspendida para ser reanudada el pasado martes 1 de febrero.
Ese día enfermaron 17 niños de dos escuelas de Cotuí y luego el jueves otros cinco alumnos en Haina.
Las fórmulas
Además de las constantes suspensiones regionales y nacionales de empresas suplidoras y del Desayuno Escolar en su totalidad, la gestión educativa intentó varias fórmulas para preservar la salud de los niños que la consumen y la calidad de los alimentos servidos.
La primera fue la designación de una Comisión de Monitoreo y Seguimiento a la Calidad, integrada por expertos que debían rendir informes periódicos de los alimentos. A pesar de que el anuncio se hizo en septiembre de 2008, nunca se conoció un informe.
En agosto del año pasado, la cartera educativa integró a las agencias de las Naciones Unidas a la supervisión de la merienda.
Ante la regularidad de los casos de intoxicaciones, el ministerio comenzó a sospechar incluso de manos criminales, por lo que el presidente Leonel Fernández conformó en octubre una comisión especial y pasó las investigaciones al Ministerio Público. Aunque hubo varias promesas de revelaciones, nunca se comprobó la teoría.
