Educación no tiene y necesita

Educación no tiene y necesita

BIENVENIDO ALVAREZ-VEGA
Al fin la señora secretaria de Educación se decide a compartir con la opinión pública la razón fundamental por la cual su ministerio no ha podido responder a las demandas de escuelas y aulas que se hacen desde distintos puntos del país. La doctora Alejandrina Germán ha tenido que  decir lo que muchos sospechaban: la cartera carece de los fondos necesarios para terminar las edificaciones en marcha y para hacer las reparaciones que necesitan muchas escuelas.

Y ha dicho más: la secretaría de Educación necesita poco más de tres mil millones de pesos para terminar los planteles en construcción y para reparar aquellos que necesitan ser reparados.

Si la distinguida educadora y política hubiera comunicado esta información con antelación, cuando llovían las peticiones y las presiones desde todos los sectores del país, es probable que la opinión pública la hubiera acompañado haciéndole requerimientos a la Presidencia de la República para que liberara los fondos necesarios para atender las necesidades fundamentales de la educación pública.

Pero doña Alejandrina Germán optó por defender las razones por las cuales el gobierno no podía entregar más fondos presupuestarios a la secretaría de Educación. Se sumaba así a quienes desde el Palacio Nacional levantan el argumento de los subsidios para el gas propano y para el suministro de electricidad a los sectores más empobrecidos. Pero esta es pura política partidaria, insostenible si se tiene en cuenta que muy a pesar  de ello a los constructores del famoso Metro nunca les ha faltado un centavo y posiblemente no les falte.

Pienso que es una muy buena noticia saber que con tres o cuatro mil millones de pesos quedarán resueltos los problemas derivados de la falta de planteles y de aulas públicas para los estudiantes de distintos niveles en todo el país. Era exactamente lo que algunos suponíamos y por lo que siempre afirmábamos y afirmamos que no comprendemos por qué los gobiernos, incluido este del doctor Leonel Fernández, no se comprometían a terminar con el déficit de aulas escolares.  

El lector debe recordar que los diseñadores del Presupuesto Nacional y los legisladores que lo aprobaron en el Congreso se pusieron al margen de la ley cuando fijaron el monto correspondiente a la secretaría de Educación. En efecto, de acuerdo a la ley, en vez de 18 mil millones de pesos para Educación, debieron ser unos 36 mil millones. Es decir, en vez del 8% fijado del total del Presupuesto, más o menos, debió ser el 16%.  

Si quienes en el Secretariado Técnico de la Presidencia y en el Congreso Nacional hubieran tenido en cuenta la ley, probablemente la secretaria de Educación habría tenido este año los fondos necesarios para terminar los planteles en construcción y para reparar las aulas y escuelas que necesitan ser reparadas.

Pero este es el cuento de nunca acabar. Cada año los distintos gobiernos han rehusado asignar a Educación los fondos acordados por una ley que data de 1997. Más todavía: rehúsan entregar las partidas que demandan las necesidades del sector.

En la experiencia de gobierno del doctor Fernández este tema se hace más importante porque éste ha dicho una y otra vez que la educación es la prioridad número uno de su gobierno y que es por esta vía, por la educación, que los pobres dominicanos podrán romper el círculo vicioso en que se encuentran para pasar a un círculo virtuoso o de superación de su miseria.

Además, el doctor Fernández ha invertido miles de millones de pesos en la educación superior, particularmente en la universidad pública, y ha tenido recursos suficientes como para entregar tres mil millones de pesos en 10 meses para la construcción del Metro.

En otras palabras, doña Alejandrina ni el Presidente de la República pueden argumentar que la secretaría de Educación no ha recibido los fondos que necesita para superar el déficit de aulas porque el gobierno carece de ingresos. El gobierno ha tenido y tiene dinero y lo ha estado gastando en otras cosas, de acuerdo a sus prioridades.

El Presidente Fernández debería revisar su hoja de prioridades para las inversiones públicas, y considerar el caso de la secretaría de Educación. Sobre todo tomando en cuenta que prácticamente estamos al inicio del año escolar. Después de todo, además, tres o cuatro mil millones de pesos son montos manejables dentro de un Presupuesto Nacional que sobrepasa 230 mil millones de pesos.

 Si no hay escuelas, aulas, pizarrones y otros útiles escolares y pedagógicos para todos, no puede decirse que estamos dando oportunidad a todos para dar el salto en la llamada sociedad del conocimiento.

(bavegado@yahoo.com)

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