Durante su magistral conferencia sobre los nuevos paradigmas de la educación el rector de la casi milenaria Universidad de Salamanca, el Dr. Rivero, expuso 4 temas centrales:
1. Que la educación es un acto de patriotismo cultural que requiere rigor y amor al estudio, entregado con ejemplos prácticos y sano humor;
2. Que la atención del individuo es el recurso más escaso y valioso, sujeta a una sobredosis de informaciones que compiten con la educación;
3. Que no se necesita emigrar para estudiar si se forman docentes dedicados a la investigación aplicada, así los mejores cerebros podrían permanecer en sus países prestos a contribuir a las soluciones necesarias para el desarrollo (y, añadiría, evitando la implementación de errores garrafales);
4. Que esta será probablemente la última generación antropocéntrica por lo que la enseñanza deberá ser más holística.
Ante tan interesantes postulados cabe señalar que la cultura indígena tachada por la conquista de América era de altísimo nivel tecnológico y matemático (Mayas e Incas), y en sus remanentes persiste una cosmovisión de veneración a la Pachamama, la diosa de la naturaleza, a la madre y la comunidad. El camino adelante, pues, pudiera incluir un pasito hacia atrás.
En cuanto al certero diagnóstico sobre la descapitalización intelectual vale tomar en cuenta que los estudios en el exterior, para los profesionales que vuelven, representan salto cualitativo cultural. Aprenden que es posible vivir y trabajar de otra manera y a esto regresan haciendo referencia, e intentando replicar, hecho que, como bien señala el rector, requiere de una masa crítica donde insertarse para trabajar en la misma dirección.
Preocupante son estudiantes y profesionales absortos en las distracciones superficiales de su telefonía móvil. Postularía, pues, que el bien más escaso y valioso ahora mismo son los valores. Pues el primer valor es el amor, y solo mediante ésta es posible fomentar el amor al conocimiento y no solo el aprendizaje, mínimo, de habilidades rentables.
Es por valores que la aplicación del conocimiento se hace para bien, como servicio y no para provecho propio, y a veces, inapropiado. ¿No será en base a valores que se logrará transformar la visión antropocéntrica, egoísta e inmediatista, en una visión integral, justa y sustentable?
El Padre Alemán abogó incansablemente por la formación de docentes con calidad. Al comentar sobre los “cambios experimentados por las grandes escuelas de Negocios y sus célebres MBA, consecuencia de la poca utilidad relativa de lo ofertado por los profesores y de colosales faltas de ética empresarial más bien elemental de famosos ejecutivos (Enron y WorldCom.)”destacó que las “ciencias sociales requieren que los profesores de materias basadas en conocimientos de realidades del mercado -Medicina, Ingenierías, Negocios, Economía- fuesen especialistas en el ejercicio activo de sus profesiones”. Y añade que “el énfasis en el estudio del comportamiento humano real en los negocios incluye una ética orientada al bien común” .
Mas aún, cita los “cuatro elementos fundamentales de Khurana: tener un cuerpo aceptado de conocimientos, un sistema de certificación de dominio de lo enseñado antes de ser puesto en práctica, un compromiso con el bien público y un aceptado y urgido código de ética”. Concluye que en el caso dominicano “nuestra administración, pública y privada, califica muy pobremente en dos de las cuatro características”. Pongámosle atención.