POR MARIEN A. CAPITAN
La Secretaría de Educación comenzó a recibir ayer los expedientes de los peledeístas que aspiran a empleos en esa cartera. Los pasillos de la sede, más animados que de costumbre, eran transitados por personas que iban y volvían del despacho de la nueva secretaria, Alejandrina Germán.

Aunque no era posible verla porque salió de sus oficinas a media mañana para participar en las honras fúnebres del exvicepresidente Jacinto Peynado, una colaboradora suya recibía a todos los que llegaban al despacho.

Una vez allí, después de entregar sus currículas, a los visitantes se les explicaba que no habrá nombramientos hasta que el presidente Fernández designe a los nuevos subsecretarios. Posteriormente, ellos formarán parte de una comisión que será la responsable de seleccionar a los demás funcionarios que laborarán en la dependencia.

Esa elección, según transcendió, no será casual: para cada dirección general, cada subdirección, direcciones regionales y distritales se presentará una terna. De ellas, se elegirá la que tenga mejor preparación, preferiblemente que cuente con una maestría o doctorado.

Respecto a los técnicos, se ha establecido que todos permanezcan en sus funciones, tal como lo establece la ley. Estos, normalmente, no son tocados cuando hay cambio de mandato.

Los que sí se cambiarán, como siempre sucede, son los que forman parte del personal administrativo. «Esos son puestos políticos, tienen que ser gente de la secretaria», se argumentó en el despacho.

Para ocupar esos puestos, las nuevas autoridades están recibiendo los expedientes que van llevando los encargados de las comisiones regionales del PLD.

Mientras llegan las nuevas autoridades, la Secretaría de Educación está sumergida en una especie de limbo. Como no hay subsecretarios, los directores departamentales no se atreven a tomar decisiones. Ellos, aunque todavía se mantienen asistiendo a sus oficinas, están a la espera de que se les remueva.