A pesar de la insistencia de los padres para que las autoridades controlen las tarifas de los colegios, en los últimos diez años el ministerio de Educación solo ha fijado los precios en dos ocasiones por resolución.
La primera vez fue en el 2008, cuando la entonces ministra Alejandrina Germán autorizó a los colegios a subir sus tarifas hasta un 12%, luego de que los padres se quejaran por alzas de entre 5 y 31%.
El segundo caso ocurrió esta semana, cuando la ministra Josefina Pimentel, prohibió que los colegios incrementaran sus precios en más de un 10%.
Pero quizás el esfuerzo más completo por controlar los incrementos de los colegios puede atribuírsele a la gestión de la exvicepresidenta y secretaria de Educación, Milagros Ortiz Bosch, quien en 2004 hizo un ranking de los colegios privados para fijar las tarifas.
La categorización organizó a los centros en diez grupos, dependiendo de la calidad de la enseñanza. El esfuerzo no cumplió su objetivo final, ya que no fue empleada para controlar los incrementos de los centros.
No aplican Ley. Los escasos dos ejemplos en que las autoridades han intervenido en las alzas de los colegios se han hecho por resolución, a pesar de contar con la Ley 86-00, que faculta a las autoridades para fijar y regular los precios, de acuerdo a la calidad de la enseñanza del centro.