Por BEBERLYN PÉREZ
El sistema universitario de nuestro país debe encaminarse hacia un nuevo modelo de enseñanza superior, donde sean instrumentos claves para el cambio tanto la calidad de la enseñanza, la formación del profesorado, como la investigación educativa. Este cambio debe hacer frente de manera adecuada a los múltiples retos que conlleva la globalización en el ámbito de la educación superior en los países de América Latina.
Para que haya una verdadera transformación de la educación superior en nuestro país se deben buscar estrategias que nos ayuden a disminuir la deserción temprana, como la aplicación de pruebas psicológicas a estudiantes de nuevo ingreso, donde podamos evaluar la inteligencia académica así como intereses profesionales con el objetivo de poder ayudarles en una mejor elección de su carrera universitaria éste seria el primer paso, seguido de una jornada de orientación vocacional donde podamos ayudar al estudiante en el proceso de adaptación a la vida universitaria, seguido de un programa de reforzamiento si fuere necesario. Para lograr los niveles adecuados de calidad debe asegurarse la formación de los recursos humanos idóneos necesarios para satisfacer la demanda de la sociedad dominicana hoy en día. Se debe dotar al estudiante de las herramientas necesarias que le permitan la búsqueda sistemática del conocimiento, para de esta manara lograr formar profesionales con capacidad de análisis critico, principios éticos y con vocación de servicio a la comunidad.
Para lograr esto debemos someter al personal docente de nuestras instituciones a un constante programa de actualización y de reentrenamiento del quehacer académico, por medio de seminarios, conferencias, talleres, entre otros. Y así transitar hacia lograr la excelencia académica.