Educación y promesas de campaña

Educación y promesas de campaña

De acuerdo con los resultados de las últimas encuestas, la simpatía de Hipólito Mejía agregada a la de Danilo Medina abarca más de un 90% de la propensión del electorado. Se espera, que, el 16 de agosto del 2012, uno de ellos sea juramentado como el doceavo presidente constitucional de la República del periodo comprendido entre la desaparición de la tiranía trujillista hasta nuestros días. Por ello, debemos tomar muy en cuenta los planteamientos y las promesas de campaña de ambos.

El candidato Partido Blanco ha prometido que, de ganar las elecciones programadas para el 20 de mayo del próximo año, dedicaría un 4% del PBI a financiar el sistema dominicano de instrucción pública. Si así fuere, el gasto público en educación contemplado en el Presupuesto del 2013 se duplicaría en relación con el del 2012.

En declaraciones dadas a la prensa internacional en su último viaje al exterior, el presidente Leonel Fernández afirmó que el presupuesto de gastos de su gobierno de este año contemplaba una inversión en educación equivalente a un 2.8% del PIB. Ante esas revelaciones, dirigentes de partidos de oposición reaccionaron indignados, hasta llegar a acusar al mandatario de no decir la verdad. Era que entendían y entienden que el presupuesto de educación al que se refería el gobernante equivalía al 2.3% del PIB, en base al resultado de dividir el valor de las partidas presupuestarias del Ministerio de Educación entre el valor del Producto Interno Bruto, sin tomar en cuenta que también otros Ministerios, como el de Agricultura y el de las Fuerzas Armadas, disponen de partidas presupuestarias dedicadas a educación. Algo parecido ocurre con el presupuesto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo que aparece en la Ley de Gastos Públicos como equivalente a menos del 1% de Gasto Total del gobierno, al margen del hecho de que otras instancias del Estado dominicano dediquen partidas presupuestarias a la UASD como la Oficina de Oficina de Ingenieros Supervisoras de Obras de Estado que acaba de inaugurar a un costo de mil millones de pesos un moderno edificio de parqueo en el Campus de Santo Domingo de la UASD, y un Recinto Universitario de la Universidad estatal en Barahona a un costo de más de 2 mil 300 millones de pesos. Tomando en cuenta todas esas inversiones adicionales podemos llegar a la conclusión de que el gobierno del presidente Fernández invierte en educación más de lo que se pregona, aunque ello no signifique que invierta lo suficiente.

En todo caso, conviene tomar muy en serio la promesa de campaña de Hipólito Mejía de invertir en educación el equivalente al 4% del PIB.

Las promesas de campaña de Danilo Medina de que las labores docentes se realicen en una sola tanda y que en todas las escuelas públicas del país se sirvan desayuno y almuerzo, demandan para su cumplimiento un presupuesto en educación por encima del prometido por su contendor Hipólito Mejía. Nos preguntamos: Para que esas promesas se cumplan, ¿Cuántas aulas habríamos de construir y a qué costo? ¿A cuánto habría de elevarse el presupuesto de Bienestar Estudiantil? ¿Cuántos millones de pesos y de dólares habríamos de gastar en formación y capacitación de maestros?

Pensamos que para agrandar sus credibilidades frente a sus potenciales electores, tanto Hipólito Mejía como Danilo Medina deberían de ofrecer cifras relativas a los costos de materialización de esas y otras promesas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas