A su 77 años, Edwin Aldrin, el segundo hombre que pisó la Luna en julio de 1969, sigue trabajando en asuntos relacionados con el espacio, y recomienda a los jóvenes que quieren ser astronautas que estudien mucho, practiquen mucho deporte y que amen al espacio.
Lo que más destacaba en mi memoria era pensar que dos individuos -Armstrong y él mismo- estábamos en los pensamientos de más personas que en ningún otro momento de la historia. Es algo que me emocionaba, la proximidad espiritual y a la vez la distancia física con la Tierra.
Edwin E. Aldrin hablaba con niños y jóvenes en Madrid, porque su último trabajo está muy relacionado con la capital española, donde protagonizó la presentación europea de la última creación de Nintendo Super Mario Galaxy.
El muñeco del popular juego flota en el espacio para capturar estrellas, algo en lo que coincide el hombre que ha pasado a la historia de la humanidad como la segunda persona en pisar la Luna.
Edwin estuvo en la superficie del planeta durante dos horas y quince minutos, junto a su compañero Neil Armstrong y en su calidad de piloto del módulo lunar del Apollo 11 que alunizó el 20 de julio de 1969.
Ahora, a sus 77 años sigue trabajando en temas relacionados con el espacio, especialmente de energía solar y en proyectos para evitar la caída de meteoritos a la Tierra.
De aquella histórica misión señalaba también que fue el primer astronauta que utilizó el buceo para entrenar, y recordaba la gran libertad de flotar que supone la salida al espacio.
Aldrin recomienda a los niños que aspiran a ser astronautas que estudien mucho, que practiquen mucho deporte, que tengan deseos de ser piloto y que amen el espacio.
Buzz Aldrin no olvida lo que le sirvió su formación militar para pilotar aviones en su carrera espacial y cuando le preguntan por su corbata con lunas y estrellas dice que también llevo una aguja con un avión que es en el que volé hace 50 años en la guerra de Corea.
En la presentación, Aldrin jugó con la videoconsola para ayudar a Mario a cazar estrellas e hizo hincapié en la nueva experiencia de este juego que simula los movimientos en el espacio.
Comparó la experiencia con jugar al golf, una actividad apta para todos los públicos, independiente de la edad. Antes, dijo, los juegos eran planos, no tenían en cuenta la gravedad, pero en éste se extiende la forma de pensar de la gente al introducir este factor.
Preguntado sobre si le gustaría volver al espacio, indicó que realizó su carrera espacial entre los 35 y los 40 años y ahora ya tiene mucha edad, por lo que trabaja para ayudar a otros a ir al cosmos, con nuevos proyectos para visitar planetas como Marte.
Muy pronto -dijo- se podrá ir y volver de la Luna, pero lo verán sus hijos. Yo me quedaré a jugar aquí.
Sobre el turismo espacial, manifestó que su trabajo tiene que ver con la vida real, y en la vida real se va muy despacio. El turismo espacial, agregó, es algo muy nuevo, un reto muy difícil y muy caro. No obstante, le gustaría que todo el mundo tuviese esa oportunidad, porque ver la Tierra desde el espacio es una experiencia única.
En relación con la aspiración China de ir al cosmos, dijo que es una forma de decir al mundo que quiere igualar a Estados Unidos o Europa, e hizo hincapié en que el espacio supone competir en paz.
Volviendo a su hazaña de 1969, Aldrin dice que fue una experiencia que uno no puede explicar en la Tierra. La ligereza de moverse fue una experiencia única.
Lo que más destacaba en mi memoria era pensar que dos individuos -Armstrong y él mismo- estábamos en los pensamientos de más personas que en ningún otro momento de la historia. Es algo que me emocionaba, la proximidad espiritual y a la vez la distancia física con la Tierra.
EFE REPORTAJE.