Estados Unidos mostró este miércoles su preocupación por el encuentro entre una funcionaria de la ONU con una política rusa que se encuentra bajo orden de arresto por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra contra niños.
La CPI emitió el marzo pasado una orden de arresto contra la comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia María Lvova-Belova, acusada del crimen de guerra de deportar a cientos de niños ucranianos a Rusia.
Lvova-Belova dijo en su sitio web la semana pasada que había mantenido una reunión de trabajo con Virginia Gamba, representante especial del secretario general de la ONU para los niños y los conflictos armados.
“Nos preocupa profundamente que un alto diplomático de la ONU se haya reunido con una fugitiva sobre la que pesa una orden de detención de la CPI por cometer crímenes de guerra contra niños”, defendió el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller.
“Tal conducta socava nuestro compromiso común de proteger a los niños en las zonas de conflicto”, añadió el funcionario estadounidense en una rueda de prensa.
Asimismo, Miller denunció que “Rusia está deportando a la fuerza a niños de Ucrania”, puesto que les está “denegando a los padres y tutores legales el acceso a esos niños”, así como entregando pasaportes rusos a menores ucranianos para “intentar quitarles una parte de su identidad».
“Los niños se encuentran entre los grupos más vulnerables y deben ser protegidos, especialmente en tiempos de guerra. Y seguimos pidiendo responsabilidades por los crímenes de guerra”, concluyó Miller.