De los Servicios de Hoy. El pasado marzo Estados Unidos alcanzó la cifra récord de 12 millones de barriles de petróleo diarios, nivel que nunca país alguno había conseguido en la historia.
Esta exhibición de fuerza de la industria petrolera norteamericana se basa en el éxito del fracking, la técnica de extracción con perforación en la roca que ha supuesto una de las mayores revoluciones del siglo XXI.
Desde el pico que marcó en 1970, la industria petrolera estadounidense vivió cerca de 40 años de constante declive, hasta caer en septiembre del 2008, tras los daños causados por los huracanes, hasta la cifra de 4 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde la posguerra.
Desde entonces la producción se ha triplicado y, como reconoció la Agencia Internacional de la Energía, el caso no tiene precedentes en la historia.
Si se suma el gas líquido, EE.UU. ya es responsable de una quinta parte de la producción mundial de hidrocarburos. Y se va a más: el año que viene llegaría a una producción de 13,4 millones de barriles diarios (aunque bien es cierto que parte de este crudo es de calidad ligera y no se puede aprovechar de la misma manera que los pesados, que son los que se usan para los combustibles).