Estados Unidos no ha visto indicios de que Rusia esté apoyando el golpe de Estado en Níger, donde Francia ha manifestado su preocupación de que Moscú esté intentando aprovecharse de los sucesos del país africano.
Uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, apuntó en una llamada con periodistas que su país no ha apreciado indicios de que los rusos tengan algún tipo de responsabilidad en el golpe.
“No estamos preocupados de que haya un gran impacto ruso allí”, indicó Kirby, quien agregó que cada vez más naciones “del sur global” se están dando cuenta de que una colaboración con Rusia “no es en interés de sus pueblos».
El lunes, la ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, advirtió de la posibilidad de que Rusia intente aprovecharse del golpe de Estado de la semana pasada en Níger.
Colonna consideró que la crisis de Níger incluye “todos los ingredientes habituales de desestabilización al estilo ruso-africano».
La ministra recordó el elevado número de banderas rusas que exhiben quienes apoyan el golpe y los eslóganes “de corta y pega» que se han visto en protestas antifrancesas y prorrusas en otros países africanos.
Respecto a la cooperación de seguridad entre EE.UU. y Níger, el portavoz del Pentágono, general Pat Ryder, reveló en una rueda de prensa que actualmente “esos esfuerzos están suspendidos”, aunque aseguró que están en contacto próximo con sus interlocutores militares nigerinos.
“Ninguna de las fuerzas de EE.UU. se han retirado de allí”, zanjó Ryder.
EE.UU. tiene tropas en el país africano desde hace una década dedicadas a labores de entrenamiento y asesoramiento de las fuerzas locales en la lucha antiterrorista.
Según medio estadounidenses, los cerca de 1.000 soldados de EE.UU. desplegados en Níger se encuentran confinados actualmente en la base de Agadez, desde el golpe de Estado del miércoles pasado.
Sobre una posible evacuación de los ciudadanos estadounidenses de Níger, Kirby señaló que por el momento no tienen planes de llevar a cabo ninguna medida de este tipo.
“No tenemos indicios de amenazas directas contra ciudadanos de EE.UU. o contra nuestras instalaciones”, dijo Kirby, quien agregó que su Gobierno está “al tanto” de los esfuerzos de Francia y otros países europeos para sacar de Níger a sus ciudadanos.
Aun así, afirmó que su país está colaborando para “ayudar a facilitar esas evacuaciones y salidas de manera segura y ordenada».
El golpe de Estado se produjo la semana pasada cuando un grupo de militares, organizados en una plataforma autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP) anunció que había derrocado al presidente Mohamed Bazoum, poco después de retenerlo en el palacio presidencial, en Niamey.
Ayer, el portavoz del general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., informó de una conversación telefónica el 27 de julio entre el estadounidense y el comandante de las Fuerzas Armadas nigerinas, general Issa Abdou Sidikou, quien manifestó su adhesión ese mismo día a los militares golpistas para evitar “un baño de sangre».
Durante su conversación, Milley y Sidikou hablaron de los estadounidenses que se encuentran en Níger y de la situación en el país, de acuerdo al comunicado del portavoz.
Ryder agregó que el Pentágono sigue “de cerca” los acontecimientos en Níger y que la situación continúa siendo “muy fluida».
Consideró que todavía es “demasiado pronto” para describir lo que está ocurriendo en Níger, aunque afirmó que EE.UU. prosigue su “apoyo al presidente elegido democráticamente».
Este golpe es el segundo que sufre el país africano después de que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa contra Bazoum, dos días antes de su investidura, que se limitó a una serie de tiroteos cerca del palacio presidencial.