Estados Unidos expresó este lunes su preocupación por una ley israelí, adoptada en marzo, que permite recolonizar cuatro zonas de Cisjordania y advirtió de las repercusiones que pueda tener.
“Estamos profundamente preocupados por la orden del Gobierno israelí que permite a sus ciudadanos establecer una presencia permanente” en los asentamientos de Homesh, Sa-Nur, Ganim y Kadim, aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa.
Miller indicó que la norma “no es coherente” con los compromisos de Israel con el Ejecutivo de EE.UU. y subrayó que fomentar los asentamientos en Cisjordania representa un “obstáculo para lograr una solución de dos Estados” en la región.
La ley, aprobada el pasado 21 de marzo, permite a colonos judíos regresar a esos cuatro asentamientos en Cisjordania ocupada que habían sido evacuados en 2005.
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Poco después de ser aprobada por el Parlamento, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) rechazó la normativa y la consideró como una “violación” al derecho internacional.
A su vez, la Unión Europea (UE) calificó de contraproducente la decisión del legislativo israelí y pidió a Israel que revoque esta norma y tome acciones que contribuyan a una desescalada de una situación.
El retorno a estas colonias de Cisjordania ha sido una de las principales reivindicaciones del movimiento procolonización israelí en los últimos años, que ya intentó establecerse de nuevo en Homesh, donde se alzó también una escuela de estudio judío (Yeshivá).
Israel se hizo con el control de Jerusalén Este y Cisjordania en 1967, y desde entonces mantiene una ocupación y colonización sobre estos territorios que son de las más largas de la historia reciente.