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Miami (EE.UU.), (EFE).- Los meteorólogos estadounidenses pronosticaron hoy un número menor de tormentas y huracanes para la temporada de huracanes del Atlántico, que entre agosto y octubre se encuentra en su pico, aunque insistieron en que será «muy activa».
Se prevé la formación de entre 14 y 20 tormentas tropicales y de 8 a 12 huracanes, de los cuales entre 4 y 6 podrían ser de gran intensidad (categoría 3, 4 ó 5) en la escala Saffir-Simpson, señaló en una teleconferencia Gerry Bell, meteorólogo de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU.
Bell, del Centro de Predicción Climático de la NOAA, alertó, no obstante, que existe un «90 por ciento de posibilidades de que esta temporada de huracanes esté por encima de lo normal».
Por ello, el «mensaje clave», dijo, es que los científicos de la NOAA vaticinan «una significativa actividad para lo que resta de la temporada de huracanes de 2010» en la cuenca atlántica, que comenzó el pasado 1 de junio y concluye el 30 de noviembre.
La NOAA vaticinó en mayo pasado que se preparaba para la cuenca atlántica una temporada «activa» o «extremadamente activa», con la formación de entre 14 y 23 tormentas, de 8 a 14 huracanes, de los cuales entre 3 y 7 podrían ser de gran intensidad, con vientos superiores a los 177 kilómetros por hora.
Hasta el momento se han registrado en la cuenca atlántica tres tormentas tropicales- «Alex», «Bonnie» y «Colin», la primera de las cuales llegó a convertirse en huracán de categoría 2.
Bell insistió en que «permanece la perspectiva» de que la temporada será «muy activa», con el potencial de convertirse en una de las más activas registradas hasta la fecha.
Apuntó que las condiciones atmosféricas y oceánicas registradas esta temporada son factores clave que gravitan sobre el pronóstico de la NOAA, ya que han resultado «muy favorables para una temporada como la que se vaticinó en mayo pasado».
En ese sentido, destacó que dichas condiciones están íntimamente conectadas con tres factores climáticos- la denominada «multidécada tropical» (que comenzó en 1995), el fenómeno de «La Niña» -que se desarrolla en el Pacífico-, y las elevadas temperaturas de las aguas.
Bell precisó que «La Niña», que se caracteriza por un enfriamiento de la temperatura de la superficie del Pacífico, «favorece la reducción de vientos cortantes» que, en combinación con los otros dos factores, «aumentan las posibilidades de que sea una temporada muy activa» en el Atlántico.
Por el contrario, «El Niño», que se desarrolla también en el Pacífico, además de traer inusuales temperaturas altas en esa zona, produce fuertes vientos que pueden servir para frenar o inhibir el desarrollo de las tormentas en el Atlántico.
La denominada «multidécada tropical», según los meteorólogos, significa que se producen décadas en las que se registra mucha actividad ciclónica en la cuenca atlántica, algo que ocurre cada 10 a 20 años.
El científico de la NOAA destacó que «continuarán las excepcionales altas temperaturas de las aguas del océano atlántico, con dos o tres grados fahrenheit por encima de lo normal»
Bell advirtió del grave peligro que entraña bajar la guardia en esta temporada de huracanes. «No tomen riesgos, tengan hecho un plan y estén preparados», recomendó el meteorólogo. EFE
