Russian President Dmitry Medvedev is seen in front of a transporter with mobile version of Topol intercontinental ballistic missile before its launch from the Plesetsk cosmodrome in northern Russia, Sunday, Oct. 12, 2008. Medvedev watched a missile soar from Russia's rain-soaked northern forests toward a target thousands of kilometers away on Sunday, capping a weekend of launches reminding audiences at home and abroad about the country's nuclear might. (AP Photo/RIA-Novosti, Dmitry Astakhov, Presidential Press Service)
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, rechazó ayer la propuesta del presidente ruso, Vladímir Putin, para prolongar al menos un año el Nuevo Start, el último tratado de control de armas vigente entre Moscú y Washington.
O’Brien rechazó la proposición porque no incluye la congelación mutua de arsenales nucleares, algo que Washington había exigido para llegar a un acuerdo. “La propuesta de hoy del presidente Putin de extender el Nuevo Start sin congelar las ojivas nucleares lo hace inviable”, dijo O’Brien.
Según el asesor, Washington había propuesto prorrogar el Nuevo Start durante un año a cambio de la congelación mutua de arsenales nucleares y ese acuerdo, al parecer, estuvo cerca durante una de las últimas rondas de negociaciones que se celebró en Ginebra el 2 de octubre.
“Creíamos que los rusos tenían la voluntad de aceptar esa proposición cuando yo me reuní con mi homólogo en Ginebra”, reveló O’Brien, quien consideró que la propuesta formulada por EE.UU. habría sido “victoria para ambas partes”
“EE.UU. -añadió- se toma en serio el control de armas que mantendrá a salvo el mundo. Esperamos que Rusia revalúe su posición antes de una costosa carrera armamentística».
Washington y Moscú llevan desde junio dialogando para sustituir o renovar el Nuevo Start y, aunque se habían dado pocos avances, esta semana el negociador estadounidense, Marshall Billingslea, anunció un “principio de acuerdo” que ahora parece haberse desvanecido.
El Nuevo Start, firmado en 2010, limita el número de armas nucleares estratégicas, con máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos.