EE.UU. y la resemantización política de la globalización en América Latina

EE.UU. y la resemantización política de la globalización en América Latina

La innovación de la globalización como proceso histórico de integración mundial en los ámbitos políticos, económicos, sociales, culturales y tecnológicos, convierten al mundo en un lugar cada vez más interconectado, es decir, en una aldea global.

La aparición de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICS) conduce a la interconexión no solo para beneficios económicos, sino para expandir e imponer el modelo capitalista en los diversos territorios de nuestra región y resto del mundo.

Uno de los principales críticos contemporáneos al proceso de la innovación de la globalización es el sociólogo francés, Pierre Bourdieu, quien en su análisis Capitalismo Simbólico determina que la expansión de ese sistema (mediante herramientas como medios de comunicación y tecnología) naturaliza políticas en países que propician endeudamientos, agudización de las desigualdades sociales, privatización de derechos como salud y educación (categoría de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) y explotación indiscriminadamente sus recursos naturales.

El capitalismo simbólico es cualquier propiedad (cualquier tipo de capital, físico, económico, cultural, social) cuando es percibido por agentes sociales cuyas categorías de percepción son capaces de conocerlos (percibirlo) y reconocerlos para darle valor. [1]

En el instante en que las sociedades naturalicen los métodos inhumados de explotación (con que se basa el sistema capitalista), gradualmente se está implantando una subordinación casi imperceptible, manejada por un pequeño sector social muy poderoso que paulatinamente generan lo que Gramsci en su momento llamó: La hegemonía cultural.

Indudablemente la teoría de Gramsci y el análisis de Bourdieu están vigentes ante la dinámica sociopolítica contemporánea en América Latina y el Caribe.

Así como en su momento, puntualmente en los 70 y 80 se aplicó por parte de Estados Unidos (EE.UU.) el conocido Plan Cóndor en la región, proyecto político nefasto que sembró dictaduras en la región y cuyo modus operandi consistía en aplastar con la bota militar a líderes que proponían programas de Gobierno alternativos basados en la construcción de un Estado Social de Derecho que respete la soberanía y autodeterminación de los pueblos, ahora está en marcha lo que han denominado Plan Cóndor 2.0, que mediante el uso de medios tradicionales y digitales (guerra de cuarta generación), manejo espurio de sistemas judiciales internos y contratación de mercenarios (mediante vínculos con empresas y corporaciones situadas en EE.UU. que están conformadas por exmilitares mercenarios), van lanza en ristre contra líderes políticos y/o movimientos alternativos, quienes en algunos casos resisten y otros aún permanecen en la lona.

Como bien se sabe, el sangriento plan desde su nacimiento y ejecución en los 70 y 80 contó con la batuta del entonces secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, quien desde su status y por supuesto, con la autorización del entonces presidente Nixon, envió a los

militares y activistas políticos ultraconservadores de la región agentes de inteligencia estadounidense y millones de dólares para acentuar su modelo capitalista (maquillado con el término neoliberalismo) eliminando líderes y movimientos populares en la región.

Su base de inicio fue la dictadura de Pinochet en Chile (derrocamiento de Salvador Allende) y estaba destinada a terminar con los exiliados de importancia que había en el exterior de cada uno de los países del cono sur como Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile y Argentina (…) Fue una operación típica que sirvió para deshacerse de personalidades importantes para la política y futuros dirigentes sociales. [2]

Lo suscitado durante el genocida plan es de conocimiento público en países como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay los gobiernos han desclasificado documentos de inteligencia sobre el accionar militar de la época para la represión contra sus pueblos que se tradujo en asesinatos, desapariciones, abusos sexuales y torturas inimaginables.

Tras el período denominado como la época ganada cuando aparecieron líderes como Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Rafael Correa, Evo Morales, Luiz Inácio Lula da Silva, José Mujica, entre otros, la región logró (a través de políticas internas y creación de organismos de integración) una disminución de la pobreza entre 1990 y 2010 en 17 puntos porcentuales (de 48.4% a 31.4 de la población) y la indigencia pasó del 22.6% al 12.3% de la población [3]. Además de la independencia de la región, la aparición de China y Rusia como nuevas potencias en la geopolítica, prendió las alarmas de EE.UU. que desencadenaron en resemantizar la globalización y aplicar lo que hoy llamamos: El Plan Cóndor 2.0

Más allá de narrar hechos conocidos como el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales y la instauración de la dictadura de Jeanine Áñez; la persecución jurídica contra el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa; los ataques contra Venezuela con ilegales sanciones y financiamiento de mercenarios (contratación de terceros); el recrudecimiento del bloqueo y las campañas de desprestigio a Cuba; la infame persecución contra Lula para impedir su candidatura en Brasil; el asedio contra dirigentes del kirchnerismo; se aluden motivos por lo que EE.UU. innovan ataques a gobiernos soberanos en pro de garantizar su presencia en la región e impedir la participación de Rusia-China en el comercio en lo que despectivamente ellos denominan “su patio trasero”.

Peso comercial y riesgos políticos

Se ha vuelto habitual el tema Nicaragua por estos días, la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo organismo es financiado en un 80% por EE.UU., ha emitido repetitivos pronunciamientos en rechazo a presuntas violaciones a derechos humanos en el país centroamericano, no obstante, sus cuestionados informes coinciden con la previa de elecciones generales que dan como favorito al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y las aproximaciones que el gobierno Ortega tiene con China con la construcción del canal, infraestructura paralizada ante el intento golpista de 2018.

La consolidación del FSLN en el gobierno representa un riesgo latente en el poderío de EE.UU. en la región, pues el Gran Canal Interoceánico es una megaproyecto aprobado en 2014 y que conecta el oceánico Pacífico con el Atlántico, representando una alternativa al Canal de Panamá,

el cual es dominado por EE.UU. y representa una vía marítima y aérea importante para el comercio de la región.

El megaproyecto que involucra a los gobiernos nicaragüense y chino, así como a la concesionaria HKMD, tiene como propósito el tránsito de más de 5.000 barcos diarios, cuyo trayecto se estima de 30 horas y con capacidad de ofrecer rutas comerciales entre Asia y la costa oriental de América del Norte, “el Gran Canal generará unos 200.000 empleos (…) el aeropuerto tendría una capacidad para 22.000 aviones”, [4]. Curiosamente, en medio de la construcción de las obras que esperaban finiquitarse en el 2050, se produjo el intento de golpe contra Ortega en 2018, guarimbas (grupos armados) financiadas por ONG’s allegadas a Washington, asesinaron y hasta incineraron a personas por su etnia e inclinación política; afortunadamente fueron diezmadas por las autoridades, pero dejaron un impacto humanitario y económico para Nicaragua que además es víctima de la vergonzosa Ley Nica Act y las recientes sanciones de la UE a varios funcionarios del Ejecutivo en vísperas de elecciones generales, las cuales violan la Carta Magna de Naciones Unidas.

La pretensión de EE.UU. si bien no logró romper con la constitucionalidad con ilegales sanciones, logró golpear el desarrollo del país, en su reciente discurso el presidente Ortega recordó que pese a los intentos del Departamento de Estado en impedir las inversiones extranjeras, se mantendrán de pie y se retomará el megaproyecto del canal, “no terminan de entender que su momento de hegemonía desapareció, ahora los pueblos del mundo están luchando por su soberanía”, [5].

Ahora bien, después de más de un año se ha conocido el entramado de la OEA y los expresidentes ruines de Lenín Moreno y Mauricio Macri aliados de EE.UU. en el golpe de Estado contra Evo, el hecho produjo masacres, asesinatos selectivos y exiliados. La “innovadora” desestabilización se dio cuando cuatro meses atrás, en su derecho soberano, Evo acordó con Rusia cooperación en áreas de energía, seguridad pública-nuclear y exploración en la industria del litio.

Bolivia bajo la administración de Evo además de acercarse en concretar acuerdos comerciales internos con Rusia, también propiciaba la participación de Moscú en el proyecto estratégico Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración, el cual une a Bolivia con Brasil y Perú.

Quizá el gobierno que puede explicar los métodos del “innovado” Plan Cóndor es el venezolano. Tras el deceso del comandante Chávez la guerra mediática, económica y hasta militar, ha dado fuertes golpes al bienestar de la población; Venezuela además de su viraje sociopolítico en 1999, también se convirtió en la apertura para que las nuevas potencias (China-Rusia-Turquía-Irán) arriben a la región y hagan contrapeso al longevo hegemón estadounidense que aún da coletazos con el manejo del dólar en el comercio internacional.

Sin embargo, por más que EE.UU. resemantice políticamente las herramientas innovadoras que brinda la globalización para acentuar su hegemonía, la coyuntura de la geopolítica mundial permite determinar que más temprano que tarde, China (junto a sus aliados) será clave en el comercio que traerá inversiones y divisas a países de América Latina y del

Caribe. Países como Brasil, Colombia y Chile, cuyos gobiernos han cedido su soberanía a EE.UU., se han estrellado con la realidad geopolítica, basado en el 2020 el gobierno Duque obtuvo 1.110.901 de dólares en exportación de productos a China [6]; Bolsonaro recibió por el mismo concepto (solo de soja) 29.000 millones de dólares; la Chile gobernada por Piñera recibió en divisas 1.418 millones de dólares producto de la capacidad de exportación a China [7].

La concepción gramsciana de que una verdadera crisis histórica ocurre cuando hay algo que está muriendo, pero no termina de morir y al mismo tiempo hay algo que está naciendo, pero tampoco termina de nacer, es reflejada ante el imperio estadounidense que pese a imponer ilegales sanciones, financiar invasiones militares solapadas y acaparar las vacunas en medio de la Covid, le es imposible detener la embestida de las nuevas potencias, así como al pedido de las mayorías en Naciones Unidas de materializar la concepción de un mundo multipolar basado en el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos.

Referencias

[1] Fernández, J. (2011). Capital simbólico, dominación y legitimidad. Las raíces weberianas de la sociología de Pierre Bourdieu. Universidad Complutense de Madrid, España.

[2] Calloni, S. (2021). Plan Cóndor con Stella Calloni. Extraído en: https://www.youtube.com/watch?v=UP58REygTm0

[3] Cepal. (2011, Noviembre 29). Pobreza e indigencia en sus niveles más bajos en 20 años en América Latina. Cepal. Extraído en: https://www.cepal.org/es/comunicados/pobreza-indigencia-sus-niveles-mas-bajos-20-anos-america-latina

[4] RT. (2015, Agosto 4). Gran Canal de Nicaragua: La bomba geoestratégica de Latinoamérica que cambiará la historia. RT. Extraído en: https://actualidad.rt.com/actualidad/182117-gran-canal-nicaragua-bomba-latinoamerica

[5] Lastra, J. (2021, Julio 19). Pdte. Ortega: Pese a los ataques, tenemos una economía estable. TeleSUR. Extraído en: https://www.telesurtv.net/news/nicaragua-daniel-ortega-pese-ataques-tenemos-economia-estable-20210719-0034.html [6] https://www.mincit.gov.co/getattachment/35c3371b-5938-45ee-97fa-42160371fadb/China [7] https://portalportuario.cl/intercambio-comercial-entre-chile-y-china-sube-469-en-el-primer-trimestre/#:~:text=Env%C3%ADos%20al%20exterior&text=El%2025%2C6%25%20de%20los,USD%201.418%20millones%20de%20d%C3%B3lares.

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