El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció ayer haber logrado un acuerdo con la Unión Europea (UE) para avanzar juntos hacia una situación de «cero aranceles», evitando así la guerra comercial, tras su reunión con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. «Hoy es un gran día», ha celebrado el presidente norteamericano, para después afirmar que Bruselas y Washington inician con este acuerdo una «nueva fase» en sus relaciones comerciales.
«Cuando fui invitado por el presidente (Trump) a la Casa Blanca tenía la intención de conseguir un acuerdo, y hoy hemos conseguido un acuerdo», ha manifestado Juncker.
Trump explicó en una rueda de prensa conjunta con Juncker en Washington que la Unión Europea comenzará a importar soja, «especialmente del medio oeste» de EEUU, así como gas natural líquido, para «diversificar» sus fuentes energéticas, y reducirá algunos de los aranceles industriales. Estas declaraciones tienen lugar el mismo día en que el Gobierno de Trump anunció 12.000 millones de dólares (10.260 millones de euros) de dinero público a sus agricultores para que éstos puedan sobrellevar las consecuencias de la guerra comercial que él mismo ha desatado, Donald Trump recurrió a Twitter para proponer a la Unión Europea «¡derribar todos los Aranceles, Barreras, y Subsidios! ¡Eso sería finalmente llamado Libre Mercado y Libre Comercio! ¡Espero que lo hagan, estamos listos, pero ellos no lo harán!» Con ese tuit resonando, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se reunía pocas horas después en la Casa Blanca con la amenaza de una guerra comercial entre los dos mayores bloques económicos del mundo. Al recibir a Juncker, Trump volvió a repetir que «estaríamos muy complacidos» si Bruselas y Washington alcanzaran un acuerdo «sin barreras, ni aranceles, ni subsidios» y, aunque criticó la política comercial de la UE, lo hizo con más suavidad de lo habitual en él y, lo que es más notable, sin insultar a nadie.

En las declaraciones previas a la reunión, Juncker había hecho hincapié en que la UE y EEUU son «compañeros cercanos, aliados, no enemigos», por lo que deben centrarse «en reducir aranceles, no en incrementarlos».

Trump dio la bienvenida a Juncker –a quien calificó como una persona «inteligente» y «dura», que representa «bien» a su gente– y había manifestado su intención es que la UE y Estados Unidos tenga un acuerdo comercial «justo».

«Estados Unidos ha perdido durante años cientos de miles de millones con la UE y sólo queremos tener igualdad de condiciones para nuestros agricultores, fabricantes y para todos», ha afirmado Trump.

En este sentido, Trump ha mantenido su argumento de los últimos meses de que lo que busca es un acuerdo comercial «recíproco».
De hecho, ha afirmado que su país estaría «extremadamente complacido» si no hubiera «aranceles, ni barreras, ni subsidios».