WASHINGTON. AFP. La Casa Blanca se lamentó ayer de no haber enviado a un alto funcionario a la «marcha republicana» del domingo en París, que congregó a más de un millón de personas, entre ellas unos 50 dirigentes mundiales. «Deberíamos haber enviado a alguien de un rango más alto» para que estuviera allí, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, respondiendo a las críticas de la prensa de su país por la ausencia del presidente Barack Obama o del vicepresidente Joe Biden en la manifestación.

Washington estuvo representado en la movilización por su embajadora en Francia, Jane Hartley. «No queda la menor duda que los estadounidenses y esta administración están plenamente del lado de Francia», añadió Earnest, y saludó la «notable demostración de unidad» de los franceses durante la manifestación. «Si las circunstancias hubieran sido diferentes, al presidente mismo le habría gustado poder estar allí», dijo.

El portavoz destacó el corto plazo entre el anuncio de la marcha y su desarrollo, así como los inconvenientes logísticos vinculados al traslado presidencial. Alrededor de 50 líderes mundiales estuvieron presentes.