Washington, Estados Unidos.– Estados Unidos afirmó este viernes poseer pruebas sobre un ataque químico realizado por el gobierno sirio, en un agravamiento de las tensiones que motivó un urgente llamado de la ONU a evitar una «escalada militar total».
En la jornada, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido aumentaron la presión sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU a raíz del alegado ataque con arma química realizado el sábado en la región de Duma, en Guta Oriental. Según la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, Estados Unidos ha obtenido pruebas de que realmente fue utilizada en un arma química en Duma.
«El ataque ocurrió el sábado, y sabemos que fue un ataque químico», dijo Nauert, quien al ser consultada sobre si el gobierno estadounidense tenía pruebas de que el gobierno de Bashar al Asad estaba por detrás del episodio se limitó a decir: «Sí».
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, apuntó que Rusia también era responsable por lo ocurrido, porque «fracasó en impedir que ocurriera un ataque con arma química».
En este recargado ambiente, la primera ministra británica Theresa May se comunicó telefónicamente este viernes con el presiente francés, Emmanuel Macron, con quien se comprometió a «continuar trabajando estrechamente en una respuesta internacional».
Dramático llamado de la ONU. Este cuadro llevó el viernes al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a formular un llamado a todas las partes involucradas a actuar «con responsabilidad» para evitar que se agrave un conflicto ya catastrófico.
Guterres dijo que era imperioso evitar una «escalada militar total» en Siria, situación que atribuyó en parte a la «incapacidad de encontrar un compromiso para establecer un mecanismo de investigación» sobre lo ocurrido en Duma.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, reiteró que el gobierno de Donald Trump «aún no ha tomado una decisión» sobre eventuales ataques con misiles a Siria. Sin embargo, Haley mantuvo al alcance de la mano el tambor de guerra al afirmar a periodistas que la comunidad internacional no permanecerá impasible ante la situación en Siria y que «en un momento dado algo hay que hacer».
Aliados suman presión. En el Consejo de Seguridad de la ONU, el representante de Francia, François Delattre, apuntó que era necesario «detener la escalada química» en Siria, y subrayó que Naciones Unidas no podría «permitir que un país desafíe al Consejo de Seguridad y al derecho internacional».
«Es esa capacidad que se le dio a Damasco de transgredir todas las normas lo que constituye una amenaza a la seguridad internacional, y es necesario poner punto final a eso», señaló.
Delattre añadió que Francia «asumirá la responsabilidad», y apuntó que el gobierno sirio había alcanzado un «punto de no retorno». A su turno, la embajadora británica, Karen Pierce, apuntó que Rusia impulsaba una violación de las normas internacionales solo para sostener al gobierno sirio.
«No vamos a sacrificar el orden internacional que hemos construido colectivamente por el deseo ruso de proteger a su aliado a cualquier precio», señaló. En opinión de Pierce, las acciones de Rusia en Siria son «perjudiciales a nuestra seguridad».
Reacción a «puesta en escena». En respuesta, el embajador de Siria, Bashar Jaafari, adelantó en el Consejo de Seguridad que su país «no tendrá otra opción» que defenderse de una agresión militar. «Esto no es una amenaza. Esto es una promesa», dijo el diplomático sirio en medio de un grave silencio en la sala.
En tanto, el embajador de Rusia, Vasili Nebenzia, acusó a los países occidentales de estar movidos por el deseo excluyente de tumbar al gobierno de Bashar al Asad. Para Nebenzia, «todo lo que les interesa es derrocar al gobierno sirio y con eso contener a la Federación Rusa».
Poco antes del inicio de esta crítica reunión en la ONU, en Moscú el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov, dijo en conferencia de prensa que lo ocurrido en Duma fue una «puesta en escena».
Según Konashenkov, el ejército dispone de «pruebas que muestran la participación directa del Reino Unido en la organización de esta provocación en Guta Oriental». Según esa versión, Reino Unido habría presionado a un grupo de socorristas conocido como Cascos Blancos «para escenificar esta provocación preparada de antemano».
De su lado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió este viernes a Macron sobre los riesgos de adoptar una acción «irreflexiva y peligrosa» en Siria. Tal atropello de la Carta de la ONU tendría «consecuencias imprevisibles», le dijo Putin durante una conversación telefónica, según una nota oficial distribuida por el Kremlin.
La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) anunció que sus expertos comenzarán el sábado su trabajo para investigar las acusaciones de un ataque con gases tóxicos en Duma.