Washingto. – Estados Unidos amenazó hoy a Venezuela con tomar represalias luego de que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, anunció la expulsión del principal representante diplomático de Washington en Caracas y su segundo, acusándolos de «conspiración». «No hemos recibido notificación del gobierno venezolano a través de los canales diplomáticos», dijo a AFP un funcionario del Departamento de Estado.
Pero si se confirma la expulsión, «Estados Unidos podría tomar las medidas recíprocas pertinentes», añadió, bajo condición de anonimato. Consultada en rueda de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, consideró falsas las acusaciones de Maduro contra el encargado de negocios, Todd Robinson, y el jefe de misión adjunto, Brian Naranjo, a quienes Maduro declaró más temprano «personas non gratas».
«Rechazamos completamente las acusaciones falsas hechas por el régimen de Maduro contra nuestros colegas», dijo Nauert. El mandatario venezolano ordenó la salida del país «en 48 horas» de Robinson y Naranjo, tras ser proclamado oficialmente ganador de los comicios del domingo, boicoteados por la oposición y criticados por la comunidad internacional.
En cadena de radio y televisión, Maduro prometió presentar «pruebas» de que ambos diplomáticos estaban involucrados en una «conspiración» política, militar y económica «permanete» contra su gobierno y señaló a Naranjo como el representante en Caracas de la agencia central de inteligencia estadounidense (CIA).
Maduro dijo actuar así en respuesta a las nuevas sanciones impuestas por su homólogo estadounidense, Donald Trump el lunes, que buscan restringir el financiamiento del país petrolero, sumido en una de sus peores crisis económicas. Nauert dijo que la reelección de Maduro fue una «farsa» y defendió las sanciones que desde 2015 aplica Washington a Caracas con el fin de «restaurar la democracia» en Venezuela.
«Estas sanciones reflejan el compromiso continuo de Estados Unidos de utilizar todas las herramientas diplomáticas y económicas adecuadas para hacer que el régimen corrupto de Maduro rinda cuentas», dijo. Estados Unidos y Venezuela mantuvieron una relación con altibajos durante el mandato de Hugo Chávez (1999-2013), mentor de Maduro, pero los lazos se tensaron aún más con la llegada al poder de Donald Trump en enero de 2017.
El último embajador estadounidense en Caracas fue Patrick Duddy, quien fue expulsado por Chávez en 2008. En respuesta, Washington no renovó la visa diplomática al entonces embajador venezolano, Bernardo Álvarez. A mediados de 2009 se normalizaron las relaciones, pero en 2010 resurgieron las fricciones y, desde entonces, ambos países carecen de embajadores.
Robinson, un diplomático de carrera reputado por pronunciarse contra la corrupción, llegó a Caracas a finales del año pasado tras ser embajador en Guatemala y servir como diplomático en República Dominicana, Bolivia, La Santa Sede, Italia, El Salvador y Colombia.
La semana pasada, Robinson deploró que el gobierno venezolano no le diera información sobre el mormón Joshua Holt, preso bajo acusaciones de espionaje y de planear acciones contra Maduro, así como sobre otros ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.