Foto tomada el 22 de septiembre del 2010 en una clínica en Des Moines, Iowa, de una píldora abortiva. (Foto AP).
Las mujeres que busquen abortar con medicamentos no estarán obligadas a acudir a un consultorio médico o a una clínica durante la pandemia de coronavirus, anunciaron el martes las autoridades de salud estadounidenses, en lo que representa el último revés de una batalla legal en curso sobre el fármaco.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) anunció la nueva política en una carta enviada al Colegio de Obstetras y Ginecólogos, una de varias asociaciones profesionales que ha entablado una demanda contra las restricciones impuestas durante el gobierno del expresidente Donald Trump.
La directora interina de la FDA, la doctora Janet Woodcock, aseveró que una revisión de estudios recientes “no parece mostrar un aumento significativo de los riesgos” cuando una mujer toma la píldora abortiva sin acudir primero a un consultorio médico y discutir los posibles riesgos del medicamento, como una hemorragia interna.
La nueva política permitirá a las mujeres obtener una receta para adquirir la píldora vía telemedicina y recibirla en el correo. Sin embargo, activistas en contra del aborto están impulsando propuestas en estados gobernados por republicanos para dificultar el acceso a dicha píldora.
El aborto con medicamentos ha estado disponible en Estados Unidos desde el 2000, cuando la FDA aprobó el uso de la mifepristona, la cual, si se ingiere con un bloqueador hormonal llamado misoprostol, constituye lo que se le conoce como píldora abortiva. Un 40% de todas las interrupciones de embarazos en Estados Unidos se realizan actualmente con fármacos y no con cirugía, y ello ha cobrado inusitada importancia durante la pandemia de coronavirus.