BAGDAD Y WASHINGTON (ANSA).- Estados Unidos creará una fuerza «paramilitar» con milicianos de los cinco principales partidos legales iraquíes para combatir a la resistencia, que ayer atacó el cuartel de los soldados hondureños en Najaf, sur de Irak, sin causar víctimas.

El presidente de turno del Consejo de Gobierno transitorio iraquí, el chiíta Abdel Aziz Al Hakim, explicó ayer que «elementos kurdos, chiítas y de otros partidos serán incluidos en milicias que serán destinadas a poner orden» en el país.

Fuentes del gobierno provisorio iraquí y del régimen de ocupación estadounidense, citadas por el diario The Washington Post, dijeron que el batallón contra la guerrilla estará compuesto por un máximo de 850 milicianos, quienes inicialmente operarán en los alrededores de Bagdad.

La medida se toma en medio de una crisis de seguridad en Irak, luego de que noviembre resultó ser el peor mes para las fuerzas de la coalición anglo-estadounidense, que incluyó ataques a contingentes italianos y españoles.

Las nuevas fuerzas especiales dispondrán de armas ligeras y vehículos, y serán sometidas a un adiestramiento que durará un mes, agregaron las fuentes citadas por el diario.

En Najaf, 160 kilómetros al sur de Bagdad, la resistencia atacó con fuego de mortero a la base militar hondureña «Tegucigalpa», que forma parte del contingente Plus Ultra bajo mando español, en la zona asignada a las fuerzas armadas de Polonia.

«No han habido daños materiales ni humanos», declaró el presidente de Honduras, Ricardo Maduro, quien dijo que su gobierno considerará retirarse de Irak en caso de sufrir bajas.

El Ministerio de Defensa español informó en un comunicado que «a primera hora de la madrugada, la Base Tegucigalpa de la fuerza de Honduras de la Brigada Multinacional sufrió un ataque con morteros, apreciándose dos impactos en el borde interior del recinto y dos fuera sin que se produjeran daños personales ni materiales».

En tanto, en el marco de la búsqueda de Ibrahim Izzat Al Douri, ex número dos de Saddam Hussein y considerado cerebro de la resistencia, tropas estadounidenses tomaron como prisioneros a 20 hombres en Samarra, norte del país.

El capitán Jefferson Wolfe -portavoz de la cuarta división de infantería norteamericana- dijo que los «arrestados están sospechados de pertenecer al grupo de los fedayin de Saddam», el grupo paramilitar que durante la guerra combatió en el sur del país bajo el mando de Ali Hassan Al Majid, alias Alí El Químico.

En el plano político, el proiraní Al Hakim, jefe del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak (SCIRI), dio sus primeros lineamientos al frente de la presidencia rotativa del consejo de gobierno transitorio.

Entre ellas insistió en querer acelerar los procedimientos para la constitución de un tribunal especial para juzgar «a los criminales del pasado régimen».

En su ya abierto enfrentamiento con los planes de Washington, reclamó que insistirá durante su mes de gestión «acerca de la transferencia de poderes a los iraquíes lo más rápido posible», una línea compartida hoy por los presidentes de Francia, Jacques Chirac, y de Rusia, Vladimir Putin.