WASHINGTON (EFE).- La gran participación registrada en las elecciones de Irak ha sido calificada de «éxito» por el presidente de EEUU, George W. Bush, que considera que los resultados representan un espaldarazo a su política en el país árabe.

Para el Gobierno de Bush, el desarrollo de la jornada electoral, que asegura que sobrepasó todas las expectativas, representa una reivindicación de su estrategia frente al aluvión de críticas y la escalada de la violencia de las últimas semanas.

Bush dedicó la mañana de hoy a conversaciones telefónicas con aliados, como el primer ministro británico, Tony Blair, y antiguos críticos de la guerra en Irak, como el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, con los que se reunirá cuando viaje a Europa a finales de febrero.

El presidente de EEUU les dio las gracias por sus declaraciones de apoyo a los comicios en Irak. Los mandatarios se mostraron de acuerdo, según el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, en que «la democracia en esa región ha dado un gran paso adelante» y la gran afluencia a las urnas representa «un golpe a los terroristas».

Bush conversó hoy también con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y con el presidente y el primer ministro iraquí, Gazi al Yauar e Iyad Alaui, respectivamente.

El presidente insistió en la necesidad de implicar a todas las comunidades, incluida la minoría suní, en la nueva Constitución iraquí, cuya redacción será una de las misiones del parlamento electo.

Según los datos de la comisión electoral iraquí, cerca de ocho millones de los quince inscritos en el censo acudieron a votar en los comicios del domingo, pese a las amenazas de represalias de los grupos insurgentes.

Sin embargo, la mayor parte de quienes acudieron a votar parecen haberse concentrado en las áreas de mayoría kurda y chií. En las provincias de mayoría suní, la participación parece haber sido bastante menor.

El espaldarazo que las elecciones en Irak han dado a la política del presidente de EEUU es particularmente importante de cara al discurso sobre el Estado de la Unión que Bush pronunciará el miércoles.

La Casa Blanca ya ha indicado que Bush dedicará un amplio espacio de este discurso, que va ya por su décimo octavo borrador, a los comicios iraquíes.

El presidente repetirá la doctrina, ya presentada durante su discurso de investidura, de extender la democracia al resto del mundo como algo «realista» que acabará posibilitando la paz y la prosperidad entre las naciones.

Según el portavoz de la Casa Blanca, Bush enfatizará también la necesidad de acelerar el adiestramiento de las fuerzas iraquíes para que puedan encargarse de la seguridad del país, pero no aludirá a ningún calendario para la retirada de los cerca de 150.000 soldados de EEUU destacados en Irak.

«A veces los calendarios envían un mensaje a los terroristas de que lo único que tienen que hacer es esperar y coordinar sus atentados según ese calendario», declaró el portavoz.

La oposición demócrata ha lanzado varios llamamientos en los últimos días para que el Gobierno presente un plan -no necesariamente de aplicación inmediata- para la retirada gradual de las tropas.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, declaró hoy que «necesitamos sobre todo una estrategia de salida de manera que sepamos qué es la victoria y cómo podemos alcanzarla; para que sepamos lo que tenemos que hacer y sepamos cuándo hemos cumplido nuestro trabajo».

En declaraciones a la cadena NBC, el ex administrador estadounidense en Irak Paul Bremer elogió los comicios como un gran éxito pero advirtió de posibles nuevos episodios de violencia.

«Estoy seguro de que los rebeldes, dado que son antidemocráticos, no respetarán los resultados de estas elecciones y seguirán adelante con la violencia. Pero poco a poco van a ir perdiendo», aseguró.

El grupo Al Ansar al Suna, considerado el brazo de la red Al Qaida en Irak, emitió hoy un comunicado en el que rechaza los comicios como un «juego estadounidense» y promete seguir adelante con la violencia.

Tres marines estadounidenses murieron hoy en combate al sur de Bagdad. Más de 1.400 soldados estadounidenses han fallecido en Irak desde el comienzo de la guerra. EFE