WASHINGTON.  AP.  Hace un año, los oficiales de inteligencia militar estadounidenses se concentraban en obtener y analizar la economía y las costumbres sociales de cada pueblo y valle en Afganistán. 

Esta información no era el tipo de material secreto al que muchos especialistas de inteligencia estaban acostumbrados. Pero era considerada un esfuerzo clave para ayudar a los comandantes a diferenciar entre los aliados y los enemigos, entender lo que los afganos realmente requerían de su gobierno y ganar apoyo popular para socavar al Talibán.  Sin embargo, desde finales del año pasado los altos oficiales de inteligencia han cambiado su enfoque, combatiendo el enemigo con tácticas más tradicionales como analizar sus redes y sus motivaciones. 

Aunque siguen recabando la otra información, su meta ahora es ayudar a los comandantes a conocer lo que necesitan para matar a insurgentes y obligar al enemigo a negociar. El presidente   Obama dijo   que las tropas estadounidenses empezarán a regresar a casa el próximo mes. Su anuncio forma parte de una reducción gradual de las operaciones estadounidenses que se espera haga más énfasis en los allanamientos y menos en la gobernación, y que disminuirá la importancia de estudiar la cultura afgana y fortalecer el gobierno, según tres oficiales emplazados en Afganistán. EU se ha visto frustrada por la corrupción en el gobierno afgano y la incapacidad del presidente Hamid Karzai de encontrar funcionarios competentes para las provincias más remotas.