WASHINGTON (EFE).- Estados Unidos condenó ayer al Gobierno haitiano por permitir que «bandas patrocinadas por el Ejecutivo» atacaran a los manifestantes que exigían la dimisión del presidente Jean-Bertrand Aristide.

Haití entró ayer en su segundo y último día de huelga general convocada por la Convergencia Democrática para pedir la dimisión de Aristide, aunque los líderes de la oposición han anunciado que las protestas de los últimos días continuarán.

En un comunicado, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, indicó que «Estados Unidos condena las acciones del Gobierno haitiano en respuesta a la manifestación política celebrada el pasado día 7 en Puerto Príncipe», que dejó tres muertos y una treintena de heridos.

«Aunque está claro que algunos elementos de la Policía trabajaron de manera diligente para proteger a los manifestantes, también está claro que otros agentes de Policía colaboraron con bandas fuertemente armadas y contratadas para atacar a los manifestantes», indica Boucher.

«A lo largo del día, las mismas bandas patrocinadas por el Gobierno arrasaron las calles de la capital, robando automóviles, atacando estaciones de radio, destrozando comercios y acosando a la gente», agregó el comunicado.

Según el portavoz, «un Gobierno que desee ser considerado como democrático no puede seguir usando a bandas callejeras como instrumento de terror e intimidación».

El secretario de Estado, Colin Powell, se mostró ayer jueves «muy preocupado» por la situación en Haití y dijo que Washington está presionando al presidente Aristide para que acepte una solución a la grave crisis política.

Powell señaló, durante una conferencia de prensa, «estamos presionando a Aristide y la oposición» política para que pongan en marcha «una vía constitucional que permita al pueblo de Haití expresar su voluntad».

Haití, el país más pobre de América, celebró el pasado día 1 el Bicentenario de su Independencia en medio de una grave crisis económica, social y política, al rechazar la oposición el diálogo con Aristide y plantear un gobierno de transición sin contar con el actual presidente.

Ayer y hoy el país caribeño vivió una huelga general caracterizada por el amplio seguimiento del paro en sectores comerciales y transportes, que fue convocada por la opositora Convergencia Democrática, que acusa al Gobierno de Aristide de fraude en las elecciones de 2000 y busca su salida del poder.

En cambio, el presidente haitiano asegura que cumplirá su mandato hasta 2006.

Colin Powell también dijo que está «seguro» de que la grave situación de Haití será tratada en la Cumbre extraordinaria de las Américas que se celebrará en Monterrey (México) la próxima semana.