WASHINGTON. AP. Estados Unidos expresó ayer su disposición a mejorar la relación con Venezuela pero reaccionó con sorpresa y desagrado a la expulsión de dos agregados militares y las acusaciones de haber inoculado con cáncer al fallecido presidente Hugo Chávez.
Una funcionaria del Departamento de Estado admitió -a condición de mantenerse en anonimato por no estar autorizada a conversar públicamente sobre el tema- que la cercanía de una campaña electoral para escoger al sucesor de Chávez complicará los esfuerzos por acercarse a Venezuela.
Las campañas electorales no son siempre el mejor momento para avanzar en política, dijo. Reconocemos que puede tardar algo de tiempo a Venezuela estar listo para tener estas conversaciones de manera más regular y más seria, añadió.