WASHINGTON. El Pentágono se apuntó un éxito importante el martes en una prueba de su criticado programa de defensa contra misiles, al destruir una ojiva nuclear simulada sobre el Pacífico con un interceptor crucial para proteger a Estados Unidos de un ataque norcoreano.
El vicealmirante Jim Syring, director de la agencia del Pentágono encargada de desarrollar el sistema de defensa contra misiles, calificó el resultado de la prueba como “un logro increíble” y un hito crucial para un programa obstaculizado por reveses durante años.
“Este sistema es vitalmente importante para la defensa de nuestra patria, y esta prueba demuestra que tenemos un disuasivo capaz y creíble contra una amenaza muy real”, agregó Syring en un comunicado en el que se anunció el resultado de la prueba.
A pesar del éxito, la prueba de 244 millones de dólares no confirmó que bajo condiciones de guerra Estados Unidos podría interceptar un misil de alcance intercontinental disparado por Corea del Norte.
Se sabe que Pyongyang se está acercando más a la capacidad de colocar una ojiva nuclear en un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), y que podría desarrollar señuelos lo suficientemente sofisticados como para engañar a un interceptor con el fin de que no detecte a la ojiva nuclear real.
La agencia de Syring fue cauta respecto a la prueba.
“Los primeros indicios son que la prueba cumplió su objetivo principal, pero los directivos del programa continuarán evaluando el desempeño del sistema con base en datos de telemetría y de otro tipo obtenidos durante la prueba”, añade su comunicado.
La prueba más reciente de intercepción, realizada en junio de 2014, fue exitosa, pero el registro de resultados previos es irregular. Desde que el sistema fue declarado listo para un potencial uso en combate, en 2004, sólo cuatro de nueve intentos de intercepción han sido exitosos.
“Esto es parte de una curva de aprendizaje continua”, dijo antes de la prueba del martes el capitán de la Armada Jeff Davis, un vocero del Pentágono.