EEUU intensifica cabildeo para acelerar aprobación del TLC con Centroamérica

EEUU intensifica cabildeo para acelerar aprobación del TLC con Centroamérica

WASHINGTON (AFP).- El gobierno estadounidense intensificó su cabildeo para acelerar la discusión y ratificación del acuerdo comercial con Centroamérica y República Dominicana (CAFTA), el mayor TLC negociado por Washington en una década, que muchos demócratas buscarán bloquear.

Christopher Padilla, representante adjunto de Comercio estadounidense para relaciones públicas, es uno de los funcionarios que recorren el país y los despachos del Capitolio defendiendo el acuerdo como un instrumento esencial para competir con China y abrir el mercado centroamericano y dominicano a las exportaciones estadounidenses.

«Muchos demócratas tienen la mente abierta con respecto a este acuerdo», el mayor que llegará al Congreso estadounidense desde la aprobación del TLC con México y Canadá (TLCAN), dijo Padilla a periodistas antes de iniciar una gira por Carolina del Norte (centro-este) para defender el TLC.

El ex representante de Comercio estadounidense, Robert Zoellick, designado número dos del Departamento de Estado el miércoles de noche, dijo esta semana que existe voluntad en el Congreso para fijar las primeras audiencias sobre el acuerdo en marzo.

Varios demócratas se oponen al acuerdo porque consideran que es injusto competir con una región cuyas leyes laborales son demasiado débiles o no son bien aplicadas.

Padilla sostuvo que «las leyes laborales en los códigos de estos países son bastante buenas», aunque admitió que «su aplicación necesita más trabajo y más recursos».

No obstante, el CAFTA «lleva millas de ventaja al TLC de América del Norte en normas laborales y de medio ambiente», ya que impone multas y prevé la eliminación de beneficios comerciales si éstas son incumplidas, precisó.

El funcionario sostuvo que en los últimos dos años la región ha hecho «buenos progresos» en el fortalecimiento y aplicación de las normas laborales, y «continuaremos alentándolos a hacer más», prometió.

Padilla confió asimismo en que el acuerdo será apoyado por la industria textil, más aún tras la caída de los aranceles textiles a nivel mundial el 1 de enero.

«La industria enfrenta ahora la perspectiva de importaciones de Asia mucho más elevadas, especialmente de China. Necesitan el CAFTA para que los ayude a competir contra China», advirtió.

Estados Unidos envía a la región hilos y telas para confeccionar en las maquiladoras vestimenta que ingresa al país con arancel cero -a raíz de los beneficios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC)- o que es exportada a otros países.

«Cada día que pasa sin el CAFTA es una señal a los inversores que podría hacerles considerar llevar su producción de ropa a China», destacó.

Padilla descartó rotundamente que el TLC pueda ser renegociado, tal como han sugerido varios demócratas, incluido el senador y ex candidato presidencial John Kerry.

«No hay renegociación. Este es el acuerdo que tenemos (…) y este es el acuerdo que vamos a presentar al Congreso», garantizó.

También reconoció que habrá dificultades en el Congreso a raíz del pequeño aumento gradual de las cuotas de azúcar, al que se oponen legisladores que representan los intereses del poderoso sector azucarero estadounidense, pero sugirió que sus argumentos no son sólidos.

«El CAFTA tendrá cero efecto en los productores de azúcar estadounidenses», aseveró, y recordó que el aumento gradual de las cuotas de azúcar previstas por el TLC equivalen a una cucharadita y media por cada estadounidense por semana, mientras que los norteamericanos consumen un promedio de 10 a 20 cucharaditas de azúcar al día.

El aumento de la cuota de azúcar de la región que prevé el TLC equivale a 1,3% de la producción de azúcar estadounidense en el primer año, con un alza de hasta 1,9% en 15 años.

El CAFTA haría permanentes los beneficios arancelarios que la región tiene en el marco de la ICC. Eliminaría los aranceles aduaneros sobre más del 80% de las exportaciones estadounidenses de bienes de consumo e industriales. El 20% restante sería eliminado gradualmente en 10 años.

Centroamérica y República Dominicana constituyen el segundo mercado de exportaciones estadounidenses en América Latina. El intercambio comercial entre los siete países alcanzó los 32.000 millones de dólares en 2003.

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