Estados Unidos llamó hoy a la comunidad internacional a continuar una política de aislamiento hacia el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela hasta lograr su salida del poder.
«Tenemos que seguir aislando a Maduro hasta que ceda», dijo la embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, Nikki Haley, durante una conferencia en el Departamento de Estado.
Al abrir la 48ª Conferencia de las Américas en el Departamento de Estado, auspiciada por el Consejo de Las Américas, Haley dijo que «la opresión sistemática del pueblo venezolano» por el «dictador» Maduro es una fuente de inestabilidad regional.
«Para la seguridad de todos los pueblos de América Latina, es hora de que Maduro se vaya», enfatizó. Consultada por el presidente emérito del Consejo de las Américas, el exembajador estadounidense y exdirector de la CIA John Negroponte, sobre cómo se logrará la salida de Maduro, Haley insistió en la presión de todo el continente.
«No estoy segura cómo podemos hacer que suceda, pero sé que no podemos parar», dijo. «Tratar de conseguir que Maduro se vaya depende de la región». «El tiempo para hablar, el momento de instar al régimen de Maduro a abrirse a las opiniones de la gente, ya pasó en Venezuela», recalcó.
Maduro, electo en 2013 tras la muerte del mandatario Hugo Chávez, su padre político, aspira a la reelección en las presidenciales del próximo 20 de mayo, que se celebrarán en medio de una aguda recesión e hiperinflación que generó la partida de cientos de miles de venezolanos.
«La economía y la sociedad civil de Venezuela han visto un declive catastrófico bajo Chávez y Maduro», dijo Haley. Las elecciones presidenciales se realizarán a pesar del boicot de una parte importante de la oposición venezolana y el desconocimiento de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos.
En su discurso ante diplomáticos y empresarios de toda América, Haley advirtió que la «implosión» de Venezuela también expuso otra «seria preocupación» en Latinoamérica: el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua.
Modelo cubano-venezolano-nicaragüens. «Al igual que sus mecenas en Caracas y sus mentores en La Habana, el gobierno de Ortega se ha mantenido en el poder amañando elecciones, intimidando a los críticos y censurando a los medios», dijo.
Haley reiteró el llamado de la administración de Donald Trump a un «diálogo nacional» que incluya a todos los sectores en Nicaragua, donde la represión de protestas antigubernamentales deja al menos 47 muertos desde el 18 de abril, según defensores de derechos humanos.
«El modelo cubano-venezolano-nicaragüense de socialismo, dictadura, corrupción y graves violaciones de los derechos humanos ha demostrado ser un completo y total fracaso», dijo Haley. La región no puede permitir que los «pocos y últimos autoritarios que sobreviven» arrastren a todos por el camino opuesto a la libertad, concluyó.
El lunes, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, pidió ante la Organización de Estados Americanos suspender a Venezuela del organismo por falta de compromiso democrático y llamó a Maduro a cancelar «esa estafa de elecciones».
Washington ha aplicado en los últimos meses numerosas sanciones económicas contra Maduro y funcionarios o exfuncionarios venezolanos, acusándolos de corrupción y narcotráfico, además de prohibir a entidades estadounidenses negociar deuda del Estado venezolano o de su petrolera PDVSA, y comerciar con el petro, la criptomoneda lanzada por Caracas.