Ever Reyes Mejia is reunited with his 3-year-old son at the U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) office building in Grand Rapids, Mich., on Tuesday, July 10, 2018. More than 2,000 children were reportedly separated from their parents after crossing the Southern U.S. border as part of an immigration strategy by the Trump administration. (Cory Morse/The Grand Rapids Press via AP)
Con pequeñas mochilas en la mano y sonrisas en los rostros, niños migrantes fueron reunidos con sus padres ayer mientras el gobierno del presidente Donald Trump intenta cumplir con el plazo ordenado por una corte para reunir a decenas de infantes que fueron separados por la fuerza de sus familias en la frontera EEUU con México.
En la ciudad de Grand Rapids, Michigan, dos niños y una niña que habían estado bajo custodia temporal se reunieron con sus padres hondureños en una instalación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) 3 meses después de haber sido separados.
Los tres padres estaban «abrazándolos y diciéndoles que todo estaba bien y que nunca más se volverían a separar», dijo Abril Valdes, abogada de cuestiones de inmigración. Uno de los padres, Ever Reyes Mejía, salió del centro del ICE cargando a su sonriente hijo y su mochila. A bordo de un automóvil, padre e hijo se alejaron de la instalación.
El Departamento de Justicia indicó ayer que más de 50 niños menores a 5 años podrían estar con sus padres cuando se cumpla el plazo al término del día.
Fue la labor más grande hasta la fecha para revertir los efectos de la política de «cero tolerancia» del presidente Donald Trump que provocó separación de familias que trataron ingresar ilegal a Estados Unidos por frontera con México.
Las autoridades proporcionaron pocos detalles sobre dónde ocurrirán dichas reuniones y se prevé muchas se lleven a cabo privado. En Grand Rapids, los niños estaban felices de estar otra vez con sus padres.
Para ellos es muy confuso que haya mucha gente aquí y que haya tantos extraños, pero saben que están a salvo», dijo Valdes afuera de las oficinas del ICE.
Mientras tanto, los abogados del gobierno indicaron a un juez federal en San Diego que el gobierno del presidente Trump no cumpliría con el plazo para reunir a otros 20 niños menores a 5 años con sus padres debido a que necesitaba más tiempo para ubicar a sus padres, quienes ya fueron deportados o liberados en EEUU. Cuando le preguntaron sobre incumplir el plazo, el presidente Trump contestó: «Bueno, tengo una solución. Díganle a la gente que no venga a nuestro país de forma ilegal. Esa es la solución».