LA PAZ (AFP).- Estados Unidos observa “muy cuidadosamente” la crisis política desatada en Bolivia, reveló ayer, lunes, el embajador norteamericano Philip Goldberg, durante un encuentro con un grupo de trabajadores y empresarios de La Paz.
“Nosotros estamos mirando los eventos que están ocurriendo aquí en el país muy cuidadosamente”, manifestó el diplomático que preconizó que en el camino de la cooperación bilateral “habrá difíciles retos”.
Bolivia enfrenta un estado de crispación política por una huelga de hambre que se extendió a varias provincias del país, particularmente en la poderosa Santa Cruz, por la exigencia de aprobar una carta magna por dos tercios de los integrantes de la Asamblea Constituyente.
El nivel de exacerbación se incrementó tras la decisión de esas regiones de impulsar mecanismos autonómicos de facto, lo que provocó la reacción del presidente izquierdista Evo Morales de demandar apoyo de las Fuerzas Armadas para mantener la unidad del país.
En la cita en una fábrica textilera, el embajador destacó además la decisión del Congreso estadounidense de prolongar por seis meses las preferencias arancelarias para Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú (ATPDEA) que podrían ser ampliadas otros seis si estos países “completan su proceso legislativo para aprobar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos”.
Morales coordinó con su colega electo de Ecuador, Rafael Correa, durante un encuentro en la II Cumbre Sudamericana concluida el fin de semana, diseñar una estrategia para una extensión indefinida de ese beneficio mientras dure la lucha contra el narcotráfico.
Bolivia “tiene que decidir si quiere ser un país no sólo estratégico, sino amigo también”, enfatizó Goldberg.
En consonancia con la política de su país de firmar TLCs, el diplomático consideró que “un acuerdo bilateral más amplio es un reto y una gran oportunidad para todos los bolivianos y sin duda una oportunidad única para Bolivia”.
Estados Unidos “es el segundo socio comercial más importante para Bolivia y el primer socio sin tomar en cuenta el sector de hidrocarburos”, según un comunicado de esa legación.
Los sectores de textiles, joyería y madera exportaron el año pasado “un total de 107 millones de dólares a Estados Unidos bajo el ATPDEA y estoy hablando de estos productos con valor agregado”, dijo.
Considerando “los demás sectores que se benefician de este acuerdo, durante la gestión 2005, Bolivia exportó 307 millones de dólares, duplicando las cifras registradas en la gestión 2002. Estas exportaciones fueron responsables de la creación de más de 23.000 empleos directos e indirectos”, añadió.
Ante las previsiones bolivianas de obtener unos 4 mil dólares de ingresos anuales producto de sus exportaciones, especialmente de gas natural, Goldberg sustentó que “no debemos olvidarnos, sin embargo, que las inversiones exigen seguridad y que la seguridad es la responsabilidad del gobierno de Bolivia”.
El gobierno de Morales lleva adelante una política de recuperación de sus recursos naturales y en octubre concretó una polémica nacionalización del gas.