El Departamento de Justicia de EEUU estaría planteándose acabar con un acuerdo que salvaguarda a HSBC de ser acusado de infracciones del pasado, ante las acusaciones que apuntan a que el banco diseñó técnicas de evasión para los clientes que operan en Suiza.

El mayor acreedor registrado en Londres ha sido forzado esta semana a admitir que su banco privado suizo podría haber mantenido cuentas de los clientes que eluden impuestos tras la filtración de las cuentas bancarias de más de 100.000 personas.

Las revelaciones, incluida la denuncia de que la unidad suiza de HSBC entregaba en mano a los clientes grandes cantidades de dinero en efectivo en divisa extranjera y se confabulaba con ellos para ocultar a la agencia tributaria las cuentas «negras», ha provocado una tormenta política en varios países.

En Reino Unido, el ministro del Tesoro declaró que podría ser necesario un cambio de legislación para permitir a las autoridades demandar a los banqueros que se «confabularon» para la evasión fiscal.

Danny Alexander, el secretario jefe del Tesoro, revela la existencia de una brecha en la legislación: «Las instituciones financieras que se ha demostrado se han confabulado con los evasores fiscales deberían afrontar todo el poder de la ley.