WASHINGTON. AP. La policía en diversas partes de Estados Unidos podría estar interceptando llamadas telefónicas o mensajes de texto para detectar a delincuentes mediante un aparato electrónico conocido como Stingray.

Sin embargo, las autoridades policiales son renuentes a facilitar detalles sobre la utilización de esta tecnología y a entregar expedientes relacionados sobre los que pesa una gran censura.

La policía afirma que el Stingray, que tiene el tamaño de un maletín y funciona como una torre de telefonía celular, es útil para atrapar a criminales, pero es lo más que están dispuestos a decir.

Por ejemplo, las autoridades no revelan detalles sobre los contratos con el fabricante del aparato, Harris Corp., e insisten en que así protegen las tácticas policiales y los secretos comerciales.

Este tipo de secreto, a veces impuesto por acuerdos no revelados que ha suscrito la policía, contrapone las obligaciones establecidas en los contratos privados con las leyes de transparencia del gobierno.