Washington
EFE
Las autoridades migratorias de Estados Unidos anunciaron ayer la reanudación de las entregas a Haití de los inmigrantes indocumentados de esa nacionalidad, una decisión que pone fin a la interrupción de las deportaciones que decretó el Gobierno estadounidense tras el terremoto de 2010.
La moratoria de las deportaciones decretada por Estados Unidos ya cambió en abril de 2011 con la decisión de entregar a Haití a los inmigrantes haitianos condenados por delitos graves, que planteaban una amenaza para la seguridad estadounidense o que tenían ordenes finales de expulsión.
Para el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, desde 2011, “la situación de Haití ha mejorado lo suficiente” como para comenzar de nuevo con las deportaciones. “La situación en Haití ha mejorado lo suficiente como para permitir que el Gobierno de EEUU expulse a los haitianos de una manera más regular, en consonancia con la práctica usada con los nacionales de otros países”, argumentó.
Con más de la mitad de la población en la pobreza, Haití celebrará elecciones generales el 9 de octubre, una cita crucial para la democracia de este país tras la invalidación de los comicios de octubre de 2015 por supuestas irregularidades.
La decisión de EEUU llega después de un “aumento significativo» del número de haitianos que trata de entrar en territorio estadounidense a través de la frontera suroeste, indicó un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional. Según indicó ese alto funcionario, que pidió el anonimato, muchos inmigrantes haitianos tratan de entrar a EU a través del paso fronterizo de San Ysidro, en San Diego (California).